El Fundación Aliados comenzará la próxima temporada 2020/21 enfrentándose al Fundación FDI Las Rozas el 31 de octubre, y la finalizará, también lejos del pabellón Pilar Fernández Valderrama, visitando al Bidaideak Bilbao, el 22 de mayo, en una campaña que se presenta complicada, puesto que hay dos equipos más en la competición, Getafe BSR y Servigest Burgos.
El calendario que ha presentado la asociación de clubes a la Federación Española de Deportes de Personas con Discapacidad (FEDDF) y que esta aprobará en los próximos días, junto con otras propuestas de los clubes para tratar de minimizar al máximo las consecuencias económicas derivadas de la COVID-19, ha sido “benévolo”, en sus inicios, para el conjunto vallisoletano, ya que no deberá enfrentarse a un “grande” hasta el 12 de diciembre (Ilunion).
Pero en un momento de tanta incertidumbre, en el que hay muchas cosas en el aire, incluido el cierre de las plantillas, la competición aun se ve “muy lejos”, tal y como ha reconocido el entrenador del Fundación Aliados, José Antonio de Castro, quien confía en poder dejar finiquitada su plantilla en los próximos días.
Desde que se suspendiera la anterior campaña a causa de la pandemia, el club vallisoletano empezó a trabajar de cara al futuro, si bien las circunstancias excepcionales que se están viviendo han impedido que se puedan zanjar algunas cuestiones y, por este motivo, se sigue actuando para poder tener todos los contratos firmados en breve y que el equipo cuente con una estabilidad y una tranquilidad a la hora de retomar los entrenamientos.
El club ya ha atado a algunos de los jugadores que forman parte de su bloque, como José Luis Robles, Jonatan Soria, Álvaro López, Lalo Prieto o Maxi Ruggeri, a los que se añadirían otros dos jugadores más, ya que es importante hallar a alguien que no solo aporte calidad al equipo, sino que sume desde el banquillo y que pueda aportar su experiencia, o bien tener una importante proyección de futuro.