El CD Guijuelo salió airoso, en esta primaveral tarde de noviembre, de su duelo con el todopoderoso Deportivo de La Coruña, un equipo que está llamado a ser candidato al ascenso a Segunda A e, incluso, a su lugar de procedencia la Primera División del fútbol español. Pero en la villa chacinera solo existió un equipo que luchó por llevarse la victoria -a punto estuvo en varias ocasiones-, y ese equipo no fue otro que el Guijuelo. Por garra, esfuerzo, lucha, seriedad y mucha solidez en defensa y en el medio campo.
No es menos cierto que esperaba mucho más del Dépor, pero en la mayoría de las fases del partido no hacía más que achicar las vías de agua que le producía el equipo local. Eso sí, en todo momento se sentía, en parte, cómodo jugando agazapado en su área, porque le costaba salir y cuando lo hacía, era con balones largos o incluso después de pequeños fallos del equipo local. Tal es así que el cancerbero local, Sarkauskas, apenas tuvo que emplearse en paradas de mención, salvo algunos balones altos llegados de algún córner o falta alejada del área. Los gallegos se llevaron un punto más de lo que merecían. Las cosas claras.
Ya desde el primer tiempo, el Guijuelo se acercaba con cierto peligro a la portería visitante, con arreones bien llevados por los locales, pero no eran más que arrebatos de cartón, porque estaban resultando inofensivos. En ese mordiente en ataque gusta y mucho Alain Eizmendi, que cuando se internaba era todo un estilete para la defensa blanquiazul. La primera ocasión con cierta relevancia en el área chacinera que le hubiera costado algún disgusto no llegó hasta el minuto 20. Pero antes ya habían podido marcar Eizmendi y Cristóbal Gil en dos ocasiones más que claras, pero fueron otras muchas en esta primera mitad. Una y otra vez los muchachos de Jacobo Montes superaban a los hombres de Fernando Vázquez en una mezcla de juego de toque y directo.
El segundo tiempo, ya con la tarde semi oscura y comenzando a helar, se vivieron los momentos más intensos del partido. Era un toma y daca. Aparecieron más ocasiones de gol en una portería y otra, pero siempre más a favor del Guijuelo que se imponía por garra, juego y posicionamiento a un Dépor que, si bien está encaramado en lo alto de la clasificación, los chacineros lo dejaron con sus carencias al ai para alcanzar otros retos mayores.
Sea como fuere, el partido moría con más ocasiones del Guijuelo, a pesar de la absurda expulsión directa de Kike Pina por una entrada sobre Keko que cortaba una contra, de las muchas que existen. Y, de por medio, en el minunto 69 una amarilla para Eizmendi -que se iba- por tirarse en una acción con Bergantiños en el área que, desde nuestra posición, parecía un empujón como también reclamaron los aficionados, jugadores y banquillo local.
El CD Guijuelo, un conjunto humilde con su campo que puede ser criticado, pero presentó su tarjeta como un grupo muy bien trabajado, sólido y muy serio que le sacó los colores, sin mucha suerte, a todo un histórico y laureado Deportivo de La Coruña al que le pintó la cara.
PD.: No podíamos terminar esta crónica sin felicitar al capitán del CD Guijuelo Jonathan Martín -charro de pura cepa en este once- por cumplir 300 partidos con el equipo chacinero. ¡Casi ná!
FICHA TÉCNICA:
CD Guijuelo: Sarkauskas; Parra (Andrés, min.80), Jonathan, Josín, Pina; Cristóbal, Carlos Rubén, Kamal (Deco, min.75); Eizmendi (Pozo, min.75), Pino (Lolo Pla, min.87), Zamorano.
RC Deportivo: Abad; Bóveda, Mujaid, Granero, Salva; Keko, Uche, Borges, Galán (Lara, min.83); Miku (Rui Costa, min. 64), Beauvue (Bergantiños, min.41).
Árbitro: Pérez Hernández, colegio madrileño. Expulsó a Pina en el 90′ y amonestó a Beauvue (28′), Mujaid (34′) y Keko (58′) en el Dépor y a Kamal (36′) y Eizmendi (59′) en el Guijuelo.
Incidencias: Estadio Municipal Luis Ramos, 350 espectadores. Partido correspondiente a la jornada 5 de Segunda B de la temporada 2020-21.