El Fundación Aliados se ha impuesto al Servigest Burgos, en un gran partido por parte de los vallisoletanos, en el que demostraron su claridad de ideas a la hora de enfrentarse al rival, y en el que salieron muy enchufados, desplegando una seria defensa, que se les atragantó a los burgaleses, para quedar a merced del juego del conjunto morado.
El planteamiento realizado por José Antonio de Castro fue perfecto, puesto que no solo impidió a los tiradores del cuadro burgalés encontrar acomodo, sino que, además, aportó una gran confianza al equipo, que halló la fuerza en el bloque, con una defensa prácticamente impenetrable, que frenó las incursiones del rival. Precisamente, esa seguridad y esa unidad, permitió al cuadro morado ir adquiriendo una considerable diferencia en el marcador, que alcanzó los 23 puntos, antes del descanso (20-43).
Los vallisoletanos hacían valer su fuerza como equipo para deshacer cualquier intento de los burgaleses por remontar. Y cuando no era Ruggeri, que demostró su buen hacer en la dirección del juego visitante, era la envergadura de Van Brunschot en la pintura, o la calidad de jugadores como Hadiazhar y Adrián Pérez. En definitva, la unión hizo la fuerza, ante un rival que no encontró soluciones al perfecto esquema planteado por los vallisoletanos.
Y si bien es cierto que el Servigest aumentó la intensidad en la segunda mitad, el ir a contracorriente supuso un importante handicap, puesto que el Fundación Aliados mantuvo su consistencia para amarrar la victoria, merced a una gran defensa y a una buena lectura del partido.