El grupo de trabajo antirracista de CORA, la coordinadora de asociaciones de adopción y acogimiento de España (www.coraenlared.org), ha difundido una carta de denuncia ante las recientes declaraciones de Isaac Viciosa, figura del atletismo español sobre Mohamed Katir, tras batir en un mes los récords de España de 1.500, 3.000 y 5.000 metros, en las que aseguró: "Me habría gustado que un atleta con apellidos castellanos hubiese batido mi marca en los 3.000 metros". El atleta palentino es además director de la escuela de atletismo que lleva su nombre y que está ubicada en Valladolid-, y a la que acuden muchos de nuestros hijos e hijas, no podemos permanecer pasivos", anuncia CORA.
Nuestra Federación, de ámbito estatal, está formada por 21 asociaciones de familias adoptantes y acogedoras y acaba de cumplir 20 años. Como tal, promovemos medidas en defensa de la infancia acogida y adoptada, tanto a escala nacional como internacionalmente. Entre otros ámbitos, actuamos contra el racismo y la xenofobia, especialmente cuando afecta a la infancia, y pretendemos denunciar las actitudes racistas que consideramos inaceptables en nuestra sociedad". Esta es la carta que reproducimos íntegramente:
Racismo y deporte
¿Basta con creerse no racista para no tener actitudes racistas? ¿Tener un conocido o familiar de un origen distinto nos libera del racismo o la xenofobia? Si fuera así, tener madre o hijas nos eximiría de tener actitudes machistas y sabemos que no es así.
¿Por qué tener apellidos castellanos es mejor que tenerlos marroquíes o de cualquier otro origen? ¿Qué mensaje se trasmite cuando afirmamos que “tener apellidos castellanos” tiene más valor en el deporte que el esfuerzo y la superación?
¿Qué importancia tienen los principios olímpicos de “no discriminación” y “universalidad”? ¿Qué impacto tiene el deporte y las figuras de referencia en el deporte, sus actos, sus declaraciones, en las personas y la sociedad? Y por último ¿qué valores queremos transmitir a través del deporte?
Las declaraciones realizadas recientemente por Isaac Viciosa sobre Mo Katir para Soycorredor han generado un daño irreparable, no solo sobre el mismo Mo Katir sino también sobre todas las personas jóvenes deportistas a quienes se ha situado en dos categorías, dependiendo de su origen.
Las declaraciones de Isaac Viciosa no han hablado de deporte, de esfuerzo, de lucha, de excelencia, de objetivos, de metas; que es de lo que puede y debe hablar un deportista responsable. Son declaraciones sobre orígenes, sobre exclusión, sobre capacidad de representatividad de un deportista por su apellido o su origen y sobre “sospechas” de fraude deportivo.
Nos escandalizaría que el anterior premio Nobel de Física dijese “quizás no es políticamente correcto, pero me hubiera gustado que el Nobel de Física lo hubiese conseguido un hombre” en lugar de Emmanuella Charpentier y Jennifer A. Douda. Nadie hubiese dudado sobre la letalidad de tales declaraciones, sobre la discriminación a las mujeres, sobre su repercusión.
En el mundo del deporte, todavía, los actos de discriminación y de racismo son demasiado frecuentes y se justifican con facilidad sin importar las consecuencias.
Muchas niñas, niños y jóvenes de la escuela Isaac Viciosa y de tantas otras escuelas de atletismo no tienen apellidos o nombres castellanos o no nacieron en el estado español y se preparan, corren y superan retos con tanto esfuerzo como cualquier otro atleta. Declaraciones como estas alimentan el desequilibrio, la desigualdad, el racismo y la discriminación en el deporte.
Los sentimientos de estos menores que están construyendo su identidad, se ven amenazados por la sombra del racismo y la sospecha.
Y no, NO es una cuestión de sensibilidades heridas. Para no ser racistas hace falta mucho más que no querer serlo.
Hace falta una revisión de los valores personales y sociales que nos mueven, una revisión y un cambio.
Unas disculpas públicas hubiesen sido sin duda mejor que una justificación, que solo transmite un doble mensaje. Se puede tener actitudes racistas, realizar comentarios racistas y buscar después una justificación que te exonere de tus actos. El daño está hecho, la culpa liberada. Unas disculpas públicas, reconociendo lo dañino de las declaraciones, hubiese dicho mucho a nivel personal de Isaac Viciosa. Una justificación reitera el daño.
Creo que a los 50 años puedo permitirme el lujo de ser crítico.” Ánimo entonces, esperamos esa crítica constructiva desde el deporte y desde el respeto. “Ser crítico” no es verter acusaciones y prejuicios sobre un deportista por su origen. No confundamos ser crítico o tener libertad de expresión con hacer comentarios xenófobos y atentar contra la dignidad, no solo de Mo Katir sino también del resto de deportistas de todas las edades que, como él, tienen nombres, apellidos u orígenes diversos.
Nos preocupa profundamente los valores que la escuela de atletismo Isaac Viciosa pueda trasmitir, especialmente a las y los deportistas más jóvenes.
Queremos exponer, por tanto:
Las declaraciones realizadas por Isaac Viciosa respecto a Mo Katir son declaraciones con claro contenido xenófobo y racista que de ninguna manera pueden permitirse a personas con su responsabilidad en la dirección de una escuela de atletismo para niños y niñas.
El daño que han causado a muchas jóvenes promesas del deporte y a figuras confirmadas que nos representan en las distintas disciplinas, es irreparable.
En vez de ofrecer unas sentidas disculpas, ha dado una justificación de sus actos.
Nos preocupa enormemente la influencia que pueda tener sobre los valores de los futuros y futuras atletas que forman parte de su escuela.
Algunas familias no dudaremos en que nuestros hijos dejen de formar parte de su escuela de atletismo y de llevar la camiseta de la vergüenza.
Nos preocupa la repercusión que estas declaraciones y su justificación, tienen en el deporte en particular y en la sociedad en general.
Invitamos a Isaac Viciosa a pedir sinceras disculpas, sin justificación, por sus declaraciones racistas e irresponsables y por la repercusión que estas tienen.
Entendemos que asumir las consecuencias de nuestros actos y responsabilizarnos de ellos es una actitud deseable, no solo en el deporte, sino también en todas las facetas de la vida, para conseguir con ello una sociedad más justa, en la que estas actitudes no tengan cabida.