El VRAC he vuelto a ser el VRAC en el derbi de Valladolid y ha dado un golpe encima de la mesa de la División de Honor. Se trata de una victoria contundente y convincente a la vez que ha reafirmado el trabajo realizado desde hace semanas, que ha servicdo además para mantener el pleno de victorias, tres de tres, en la primera categoría del rugby nacional. No ha decepcionado el Quesos y tampoco el ambiente de Pepe Rojo, que ha recuperado el lleno en las gradas años después para poder ver a los dos contendientes vallisoletanos. Pese a la fría mañana otoñal, el público ha acompañado.
El duelo ha tenido dos mitades muy diferencias. En la primera ha predominado la igualdad, con menor control del partido por parte de un VRAC al que una a Juanchi Pérez que se ha derivado de una acción en el encuentro de Iberians ha trastocado los planes. En su lugar ha jugado y ha debutado Fernando Domínguez, que ha rendido a un grandísimo nivel alentado por la afición quesera desde el primero hasta el último minuto que ha estado en el terreno de juego. El Quesos ha golpeado primero, con un puntapié de un Baltazar Taibo que fue calentando la pierna para llegar a sumar un importante puñado de puntos que han garantizado tranquilidad prácticamente durante todo el partido.
Después del arreón inicial del Entrepinares, que parecía concienciado de la importancia de jugar en campo contrario para llegar a menguar a la delantera rival, El Salvador ha respondido con una ofensiva que le ha dado premio en forma de siete puntos. Al VRAC se le han acumulado los problemas, primero con una amarilla que se mostró a Pottgieter que ha dejado una inferioridad provisional para los de Merino y después con un ensayo de Du Plooy después de una touch en la que Silverstorm ha encontrado el espacio hacia zona de marca con una excesiva facilidad. Sam Katz ha logrado transformar y voltear el marcador para 3-7 que ha obligado al VRAC a jugar con el resultado en contra.
Lejos de aminorarle, el equipo quesero se creció con la desventaja y empezó a jugar en campo contrario, en una dinámica que prácticamente se mantendría hasta el final. En un partido coral del conjunto, el primer ensayo ha llegado también fruto del trabajo colectivo, después de una buena fase rápida de derecha a izquierda que ha desbaratado la defensa chamiza. El oval ha llegado hasta Miguel Lainz, que con convicción ha posado y ensayado frente a su ex equipo para volver a colocar al Quesos por delante. Balta ha acertado con la transformación. Poco antes del descanso, Katz ha pasado un castigo y ha firmado las tablas al descanso (10-10).
En la segunda parte, el Quesos ha percibido que la mejor defensa era un buen ataque y que, si había que defender, había que comenzar a hacerlo en campo contrario. El Salvador ha desaparecido del partido y apenas ha superado la línea central. Pese a que la igualdad en el marcador se ha mantenido hasta casi el ecuador del segundo tiempo, el ensayo de un gran Mauro Perotti en el minuto 58, ha roto el partido. A mayores, la expulsión que tuvo Katz por agresión a Miejimolle, según ha reflejado Atorrasagasti en el acta, ha restado posibilidades a El Salvador.
El VRAC ha olido la debilidad de su vecino y ha decidido vaciarse y lanzarse a por el bonus. Los movimientos desde el banquillo han oxigenado al equipo y un ensayo relámpago de Jerry Surumi ha dejado a una marca el quinto punto. El Quesos llegó a encerrar al Chami en su veintidós y terminó apretando hasta lograr un ensayo de castigo que confirmó el partido redondo del equipo.