El pasado sábado, 6 de mayo, el Recoletas Atlético Valladolid disputó la semifinal de la Copa del Rey. Un gran encuentro en el que se enfrentó al BM Logroño La Rioja y en el que estuvo a punto de acceder a la final de este domingo ante el Barça, lo que hubiera supuesto un hecho histórico para el club, teniendo en cuenta que le hubiera dado plaza en competición europea.
Los vallisoletanos se emplearon a fondo y regalaron a los aficionados un partido brillante en el que no se dieron por vencidos en ningún momento. Sin embargo, no fueron capaces de lograr la victoria, aunque si bien es cierto que no se quedaron nada lejos, pues el partido terminó con un marcador de 29-27.
Lo cierto es que el Atlético Valladolid respondió de la mejor de las maneras a la defensa del BM Logroño, llegando a recurrir a ataques largos y a su arsenal de recursos tácticos como jugar a portería vacía o el doble pivote, mientras los riojanos optaban por el juego de contragol.
En el minuto 12 del partido, el marcador ya se inclinaba hacia el BM Logroño con un resultado de 12-8, aunque poco antes de terminar la primera parte el Recoletas alcanzó un empate a 13 tras el gol de Pablo Herrero, esta terminó con dos abajo para el equipo de Pisonero.
En la segunda parte los vallisoletanos siguieron volcándose de lleno en conseguir la victoria. Tanto es así, que, realizando un esfuerzo máximo y confiando en sus posibilidades, lograron dar la vuelta al marcador en el minuto 36 y con un resultado 18-19. Sin embargo, lo que consiguieron con ello fue despertar a los riojanos, que volvieron a adelantarse con un parcial de 5-0.
La respuesta del Atlético Valladolid no fue otra que seguir creciéndose, lo que les permitió pasar del 26-20 al 28-27 en el minuto 58. Estaban a puntito de caramelo, pero finalmente un gol de Edu Cadarso a medio minuto del final del partido dejó sin posibilidad de respuesta al conjunto pucelano, que, aunque lamentó el fin de su andadura en la XLVIII Copa del Rey, dejaron a los aficionados con un gran sabor de boca.