25 minutos de resistencia y segunda derrota en Burgos. El UEMC Real Valladolid Baloncesto cedió el segundo punto de la serie ante un Longevida San Pablo Burgos superior, muy serio, sólido y que golpeó con dos parciales en el segundo y tercer cuarto para llevarse la victoria en casa (91-61) y poner la eliminatoria muy cuesta arriba para las ardillas. Con 2-0 en contra, el playoff vuela ahora a Pisuerga con tres bolas de partido en contra de los vallisoletanos.

Aunque la mejoría del Pucela Basket fue notable y patente al inicio, lo cierto es que, a día de hoy, Longevida San Pablo Burgos es superior y lo volvió a demostrar en el segundo envite. Los pívots capitalizaron las primeras posesiones del partido y personificaron la batalla inicial. Fischer vs. Nwogbo, Nwogbo vs. Fischer, y un balance de cuatro tantos para el local y siete para el visitante, todos los puntos de sus respectivos equipos (4-7). Juan García-Abril sumó también y acabó con el monopolio del ‘24’, que se retiró al banquillo con 11 tantos y el UEMC RVB por delante (12-13). Colosal.

Igual que en el primer asalto, la puesta en escena de los pucelanos fue francamente buena, sobre todo en defensa, y con mayor fluidez para anotar. También acompañó que Longevida San Pablo Burgos no tuvo el inusitado acierto del viernes, lo que permitió a los blanquivioleta sostener la ofensiva burgalesa. Cerrando bien el rebote, minimizando errores y sin pérdidas, los de Paco García mantuvieron la manija del partido al término del cuarto inaugural (18-21).

Dos triples de Maj Kovacevic pusieron de manifiesto que los del Pisuerga habían afinado la puntería de cara a la segunda cita, y el crecimiento general era patente. Paso adelante dado, los puntos del esloveno permitieron al cuadro foráneo mantener el pulso de los burgaleses, que respondieron con dos pívots en pista, Ristic y Kasibabu, y haciendo daño cerca del aro (25-24). La batalla táctica estaba servida también y Paco García no tardó en mover sus piezas también con centímetros y una defensa zonal que frenó a los de la ciudad del Cid.

A pesar de que las ardillas se atascaron durante unos minutos, el nivel defensivo no dejó que los de Jota Cuspinera se escaparan y la entrada de Devin Schmidt, negado en tiros de campo pero fiable desde la línea de personal, devolvió la anotación al Pucela Basket. Cinco tiros libres seguidos del norteamericano mantuvieron la contienda en un puño (30-29) y comenzó a coger confianza a base de meterse puntos al zurrón. Pero, a pesar de mantener el control del partido en todo momento, un despiste de solamente un minuto y medio permitió a un fulgurante San Pablo abrir brecha con uno de esos temidos parciales (8-0). Y alcanzar así el descanso mandando (41-33).

Parcial de salida y nueva victoria del Burgos

Fue el principio del fin. La inercia burgalesa no cesó tras el paso por vestuarios y los de Jota Cuspinera reanudaron la acción con una marcha más que las ardillas. Subiendo líneas y el nivel físico del choque, otro pequeño estirón de los azulones hizo crecer la máxima del partido (53-39) y puso más a remolque a un UEMC RVB que no se descolgó en esos momentos. Agresivo buscando el aro y sufriendo ante la defensa local, los puntos, con cuentagotas desde el tiro libre, prolongaron la vida del partido un poco más.

Pero ahí comenzó el segundo parcial de los locales que acabó por ser definitivo. Un triple de Millán Jiménez y una canasta al contraataque de Corbalán pusieron tierra de por medio en un visto y no visto (57-39), obligando a Paco García a parar el partido. No hubo manera. Los locales tienen la mecha corta y cuando se encienden, junto con el Coliseum, no hay respuesta. Tras varios minutos sufriendo ante el endiablado ritmo del San Pablo, el encuentro llegó prácticamente decidido a los últimos diez minutos (68-47).

Para más inri, Longevida San Pablo Burgos olió la sangre y no levantó el pie del acelerador, aumentando la ventaja gradualmente en un último acto sin historia. Los de Jota Cuspinera siguieron por delante y el UEMC RVB, aunque mantuvo la cara y no se dejó ir, no tuvo opción alguna de remontada. 91-61 fue el resultado final del segundo encuentro de una serie que se pone 2-0 favorable a los burgaleses y que viajará ahora a Pisuerga con tres bolas de partido en contra del Pucela.

El tercer envite de los playoffs y primero en el feudo blanquivioleta, el viernes a las 20.45 horas.

Ficha técnica:

91 – Longevida San Pablo Burgos: Micah Speight (15), Gonzalo Corbalán (11), Millán Jiménez (7), Siim-Sander Vene (8), Lucas Fischer (10) -quinteto inicial-. También jugaron: Edin Atic (6), Álex Barrera (17), Jonathan Kasibabu (2), Dusan Ristic (9), Ignacio Rosa (-), Miha Lapornik (-) y Roko Rogic (6).

61 – UEMC Real Valladolid Baloncesto: Jaan Puidet (2), Devin Schmidt (7), Juan García-Abril (3), Sergio de la Fuente (0), Lotanna Nwogbo (16) -quinteto inicial-. También jugaron: Juan Lambás (-), Martynas Zigmantavicius (0), Lucas N’Guessan (10), Herve Kabasele (9), Maj Kovacevic (10), Jaime Fernández (2) y Romaric Belemene (2).

Parciales: 18-21, 23-12, 27-14 y 23-14 (91-61).

Árbitros: Zafra Guerra, Hurtado Almansa y González Cuervo.

Incidencias: Partido correspondiente al segundo encuentro de la serie de playoffs de ascenso de la LEB Oro, disputado en el Coliseum Burgos el domingo 19 de mayo de 2024.

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