El Real Valladolid, sumido en una crisis de resultados en Primera División que le hace ser colista, viajará a Galicia para medirse al Ourense CF en los dieciseisavos de final de la Copa del Rey.
Así lo ha querido el sorteo celebrado este lunes en la RFEF, con 32 equipos en el bombo que ya conocen a sus rivales para celebrar los primeros partidos del año 2025, que tendrán lugar el 3, 4 y 5 de enero.
Sin duda, este año la competición copera se ha convertido en una china en el camino de un Pucela que a día de hoy sigue sin entrenador por lo que el ‘interino’ Álvaro Rubio sigue a los mandos. La directiva está encontrando serias dificultades para encontrar a un técnico que quería enfrentarse a esta ‘patata caliente’.
El cuadro gallego, no confundir con el Ourense entrenador por el exblanquivioleta Borja Fernández, ocupa la antepenúltima posición en el grupo 1 de Primera RFEF. En su camino eliminó al Guijuelo y al Deportivo de la Coruña, mientras que el Pucela superó al Astur CF y al Real Ávila.
Aunque durante sus primeras décadas de vida disputó sus partidos como local en el campo municipal de Oira, tras la desaparición de CD Ourense pasó a jugar en el Estadio de O Couto, de titularidad pública, y con capacidad para 5.659 espectadores, distribuidos en tres gradas.
Un estadio donde el Pucela tiene una vieja historia. En 2001, también en la Copa, el Real Valladolid tuvo que enfrentarse al C.D. Ourense, en el campo de O Couto. Y los más viejos del lugar recuerdan lo que pasó.
El encuentro fue suspendido el día anterior cuando se jugaba la prórroga, en el minuto 110 de partido, a consecuencia de un apagón en el sistema eléctrico del estadio. El resultado era en ese momento de empate a un gol. Al no poder recuperarse la luz, el partido, o mejor dicho, los 10 minutos y la tanda de penaltis tuvo que disputarse al día siguiente, concretamente se jugaron a partir de las 12 de la mañana.
Es decir, que fue un partido que arrancó un miércoles 10 de octubre para acabar un jueves 11 de octubre de 2001.
En ese equipo jugaban jugadores míticos como Peña, Ciric, Jesús, Tote o Bizarri, y estaba entrenado por Pepe Moré.
Como curiosidad, el portero del Orense era Santisteban, el que fue hasta hace poco preparador de porteros del Real Valladolid y que fue purgado por la directiva comandada por Ronaldo.