A los aficionados del Atlético de Madrid les ha costado seis años que la directiva de su club les escuche. Pero lo han conseguido. Tras una consulta a sus abonados y posterior votación vinculante han devuelto el que había sido su escudo en la temporada 2016-2017, que fue cambiado posteriormente por otro que durante años ha suscitado las críticas de los colchoneros. Ese ejemplo parece que cunde efecto en Valladolid, dado que desde la Federación de Peñas del Real Valladolid se ha hecho una petición similar, no igual.
No obstante, por algo se empieza. Desde la Federación se ha solicitado directamente al club un referéndum para que sean los abonados quienes decidan cuál es el escudo con el que se sienten más identificados. Esta petición se enmarcaría dentro de una consulta no vinculante, pero sí pública y "con todas las garantías de transparencia", según han señalado.
Como bien se indica, esto no sería ni pedir ni exigir la vuelta del anterior escudo, tal y como recalcan, pero por lo menos serviría para dar un paso más en una batalla que la afición viene librando desde hace un año. Un resultado que indicase que el aficionado se siente más identificado con el escudo anterior podría abrir las puertas a una recapacitación desde la directiva del club, liderada de Ronaldo, que tanto ha presumido estos años de saber escuchar a sus fans, aunque a la hora de cambiar el escudo hace un año no tuvo en cuenta a nadie más que a él mismo y su equipo.
Esta petición viene dada después de haber realizado una encuesta con las 57 peñas federadas, de las que 51 están a favor de un referéndum consultivo, representando estas el 89,47% del total y que cuentan con 2.500 peñistas. Las seis restantes se han abstenido, no habiéndose registrado ningún voto en contra, según han recalcado. Además, el Fondo Norte 1928, como colectivo, también ha mostrado su total apoyo al referéndum sobre el escudo.
La Federación de Peñas ha denunciado que hace un año se tomó "una decisión de manera unilateral" sin contar con ningún colectivo, al tiempo que ha añadido que en el funcionamiento empresarial de un club de fútbol no se puede obviar "la parte que hace que los engranajes carburen: los aficionados".
Aseguran que el hecho de ser una sociedad anónima "no debe eximir a sus dirigentes de escuchar a su masa social y hacerle partícipe del día a día", como cuando desde el club se ha apelado a "ese sentimiento en el tramo final de una temporada" en busca del objetivo o al comienzo de la campaña de abonados.
Por todo esto, piden, como ya se hizo en la 19/20 con la subida "desproporcionada" los precios de los abonos, que les vuelvan a "escuchar y rectifiquéis".