El CD Guijuelo ha sorprendido a todos los aficionados al fútbol en este inicio liguero tras no conocer la derrota en estas primeras cinco jornadas de liga. Así, basado en la solidez defensiva que ha caracterizado al cuadro dirigido por Mario Sánchez y Xavi Álvarez, el equipo charro acumula ocho meses desde su última derrota liguera y, a pesar de ser nuevo en la Segunda Federación, es la formación que mejor rentabiliza sus cuatro goles significando 13 puntos.
Forjado a base de trabajo y humildad, la escuadra de la localidad que tiene algo más de 5.500 habitantes ha presentado en este inicio de liga unos números para nada despreciables a pesar de un pasado en el que la tristeza y la decepción inundaron las calles salmantinas. El descenso a Tercera División, dramático, obligó a los pupilos de Mario Sánchez a comenzar un nuevo proyecto y sufrir durante una temporada para conquerir el ansiado ascenso que se certificó el pasado verano. Con ilusiones renovadas y un presupuesto que ronda los 300.000 euros anuales, la entidad ha mantenido a buena parte de los héroes que han devuelto al club a la Segunda Federación.
Xavi Álvarez, segundo entrenador del equipo y preparador de porteros, lleva nueve años en el cuerpo técnico y, en parte, es uno de los artífices del reciente éxito. Sin embargo, los escasos recursos económicos con los que cuenta el CD Guijuelo le obligan a conciliar su labor en el equipo con la de entrenador personal en su centro ubicado en Salamanca. "Somos un club humilde, pero trabajamos y nos desvivimos como un club profesional: hacemos análisis de vídeos, scouting, trabajamos con GPS y analizamos los datos. Salvando las distancias y el poder adquisitivo, trabajamos como el Real Madrid". En la misma situación se encuentra Mario Sánchez, primer entrenador, que compagina su labor al frente de la plantilla con la docencia en la Universidad Pontificia de Salamanca en la carrera Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.
Con todo, el secreto se encuentra en el grupo humano, un colectivo que tiene la base de la campaña pasada. "El gran culpable es Mario y el gran vestuario que hemos creado. Hemos sido muy exigentes en que hubiera un clima de gente noble, competitiva, pero muy compañera", ha indicado Álvarez que celebra el gran inicio de temporada con una idea bien definida. "Partimos de una premisa que es la portería a cero y a partir de ahí crecer. Le damos mucha importancia al rigor defensivo y nos encontramos cómodos así. Creemos que con eso, el empate sin goles lo vas a tener".
A pesar de la euforia generada estas semanas, Xavi Álvarez es cauto ante una temporada que se presume larga y compleja. "Nuestro objetivo es la permanencia. Los equipos nos vamos conociendo y ahí está el renovarse o morir. No siempre vas a ser tan efectivo, ya que los rivales te tienen más estudiado y tienes que dar unos matices nuevos. La constante evolución, en definitiva". No obstante, disfruta un momento dulce logrado a base de trabajo y unas ideas claras. "La clave está en el orden del equipo en general. La actitud desde el delantero hasta el portero cuando no tenemos balón, estar bien ordenados y correctos en la presión. Todos esos micro detalles hacen que mantengamos la portería a cero hasta el momento".
En manos de un portero dominicano
A pesar de que los cuatro goles están bien repartidos, si alguien destaca ese es Johan Guzmán. El meta dominicano todavía no ha encajado ningún tanto en su estreno en la categoría. "Llegué con mucha ilusión y motivación. Cuando te encuentras aquí ves una buena organización, un buen cuerpo técnico y muy buenas personas. Todo empieza desde la base de la humildad del club y la gente que lo rodea. Somos un grupo muy unido".
Para conocer su historia hay que cruzar el otro lado del charco donde despuntó en el Atlético Pantoja de República Dominicana. "Es un cambio grande ya que 'sales de la tierra'. Cuando estaba en el Atlético Pantoja había empezado a ser profesional el fútbol en República Dominicana y aquí, aunque jugué primero en el Ascó, era todo muy profesional". Sus grandes actuaciones en el club catalán le abrieron las puertas del Real Ávila que precedió a su fichaje por el Guijuelo la temporada pasada. "En lo personal estoy muy contento. Vine a España con el sueño de crecer como futbolista y persona y ves que con el ascenso, el CD Guijuelo se interesa por ti un año más. Ahí, sientes y notas que vas creciendo", ha subrayado el cancerbero.
Junto a todo el plantel disfruta de una situación atípica que refuerza el trabajo diario sin perder de vista todo lo que le hizo estar en el escaparate con 25 años y defender la camiseta de la selección absoluta de República Dominicana. "Creo en el trabajo y la humildad. Mis padres me inculcaron la competitividad sana. Aquí te encuentras con entrenadores que te exprimen al máximo y tratan de explotar tus virtudes. Los entrenadores y compañeros te dan confianza y creo que es la base de todo, junto con la humildad y el trabajo".