Tras dos derrotas consecutivas, ante Real Betis y Real Club Celta de Vigo, el fútbol volvía a Zorrilla. Aquí es donde el Real Valladolid debe sellar la permanencia en lo que resta de campaña y hoy ha continuado poniendo mimbres para ello tras vencer a un rival directo como el Espanyol, no sin sufrimiento, tras el final 2-1.
El choque de la 24ª jornada ha comenzado de forma ilusionante. En el cuatro de juego se cantó gol de Larin. Sin embargo, la revisión arrojó que el canadiense estaba en fuera de juego y el gol no subió al marcador.
Sin embargo, el Pucela siguió con el control del choque, generando peligro, intensos en la presión y seguros en la faceta defensiva. El premio llegó, esta vez sí, con un gol de Iván Sánchez en el 25 de partido tras un disparo desde la frontal que tocó en un jugador perico ante lo que nada pudo hacer Pacheco.
Tras la reanudación, y en el 62 de partido, un saque en largo de Asenjo lo bajó Larin para Plata en línea de tres cuartos. El ecuatoriano apuró línea de fondo y sacó un pase atrás para Álvaro Aguado que puso el 2-0. Parecía que también la tranquilidad.
Pero el Real Valladolid no sabe ganar de forma tranquila. Una acción aislada del danés Braithwaite, cuando faltaban tres para el final, puso el definitivo 2-1.
El Pucela alcanza los 27 puntos, los mismos que su rival de hoy y piensa ya en la visita del sábado al Martínez Valero para enfrentarse a un Elche prácticamente en Segunda ya.