En un día que pasará a la historia del Real Valladolid, este lunes 18 de diciembre, la afición logró que Ronaldo y compañía devolviera el escudo original al pecho de los seguidores, el equipo emborronó este hito al perder en Villarreal, contra el filial, por 1-0. Una oportunidad de oro para atacar la zona de ascenso a Primera, pero que se desperdició. Los de Paulo Pezzolano estuvieron muy fallones en ataque y el minisubmarino amarillo con un gol en la primera parte le valió para sacar la victoria.

Eso sí, aunque se perdió por 1-0, Pezzolano no dio la oportunidad al delantero del Promesas, Arnu, de tan solo 16 años, que tras calentar durante muchos minutos no debutó con la camiseta blanquivioleta. Un día para olvidar, donde solo brilló Raúl Moro, que al menos ha servido para que el escudo vuelva de donde nunca se tuvo que ir.

El choque comenzó con dominio alterno de ambos equipos y con un once del Pucela según lo previsto y con la presencia de Isra Salazar, el canterano como premio tras su gol contra el Amorebieta. De nuevo Moro estaba activo en ataque, pero la defensa volvía a demostrar algo de nervios sobre todo con un Boyomo que no acaba de sentirse cómodo. Keney lo intentó una vez, también hubo un gol anulado a Salazar por fuera de juego y Rosa estaba muy activo por su banda, pero nada de nada. Incluso Torres metió el miedo en el cuerpo con una de esas manos que cada jornada es penalti o no, dependiendo de lo que se le antoje al árbitro.

El Pucela las tuvo, pero no las aprovechó, el Villarreal B puso el acierto. Fue en el minuto 22 cuando el delantero Fores, tras un pase de Carlos Romero, desde la frontal del área metió un derechazo abajo, a la esquina, que fue imposible para Masip. Un tanto que vino tras un fallo defensivo de Monchu y Torres. El equipo amarillo estaba muy suelto y el rival le dejaba hacer todo lo que quería. Es cierto que el balón era del equipo de Pezzolano pero no servía para nada acumular tantos jugadores porque faltaba ese último pase y ese desmarque. Juric sigue siendo el baluarte del equipo, por arriba, por abajo, y por todos los lados. Una pieza clave en este Real Valladolid.

Y justo antes del descanso, tras otra gran acción de Rubén Moro, el chaval Salazar tuvo en sus botas el empate, sin embargo, Iker Álvarez paró casi a bocajarro. El final del primer tiempo fue muy complejo. Lanchi se hizo mucho daño en un salto con Kenedy, que le tuvo durante muchos minutos en el suelo. Ahora bien, el extremo del Pucela también salió perjudicado, aunque no se sabía muy bien lo que ocurría. Segundos después, Moro, ahora por el centro, tuvo en sus botas el ansiado empate.

Segunda parte

Tras el paso por el vestuario, el Pucela salió muy enchufado. Seguía teniendo la posesión del balón, pero ahora creaba más peligro. Tuvo una gran jugada individual de Anuar (que salió por Ivi Sánchez), un disparo desde larga distancia de Juric que paró en dos tiempos Iker. Y la más clara, un centro de Kenedy con mucho peligro que remató Boyomo tras botar, pero se fue muy desviada. Se notó que no era delantero. Ahora bien, la débil defensa Pucela evidenciaba carencias. En el minuto 66, el minisubmarino amarillo perdonó el segundo con un mano a mano entre Forés y Masip.

Pero a partir de ahí, ocasiones y ocasiones para el Pucela, que demostró que anoche no era su día. Moro, como no, volvió a ganar línea de fondo, su centro al segundo palo lo remató mal Anuar. Kenedy recogió el rechace pero su disparo lo taponó la defensa para acabar despejando. También falta desde la frontal en la que Joni Montiel buscó el disparo, pero se fue alto. En un córner también puedo anotar Meseguer, solo, envió el remate muy por encima del larguero. Pero nada más, al final el Villarreal B supo manejar muy bien los últimos minutos y el triunfo se quedó en casa.

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