LaLiga lo ha vuelto a hacer. Desde que empezase el año 2024, el Pucela llegará, como mínimo, al 23 de febrero sin saber lo que es jugar un partido en su estadio, el José Zorrilla, en fin de semana. Es la tercera vez consecutiva que los de Paulo Pezzolano se verán obligados a disputar su encuentro fuera de las mejores franjas horarias para favorecer la asistencia de aficionados, especialmente visitantes.
Y es que, además, esta vez es de especial relevancia. La afición del Real Oviedo, que está hermanada con la blanquivioleta, deberá hacer encaje de bolillos para cuadrar sus horarios laborales y poder viajar a la ciudad del Pisuerga. Lo que debería ser una fiesta del fútbol, como viene siendo habitual en los últimos enfrentamientos entre ambos conjuntos, no lo será tanto.
Bien es cierto que el encuentro no será un lunes, lo que disminuiría mucho más la presencia de aficionados asturianos, pero el hecho de que sea viernes obliga a que sean muchos los que se abstengan de venir al ser día laborable y la distancia entre ambas ciudades, cerca de tres horas en coche.
Acostumbrados a ver una oleada de afición azul en Valladolid, este año será venida a menos, ya que un viernes a las 20:30 horas complicará aún más las cosas para aquellos que suelen viajar solo para el propio día del partido. Serán muchos los que trabajen ese día a mediodía, provocando que tengan que salir de Oviedo pasada la hora habitual de comida para únicamente poder disfrutar solo del encuentro y no tanto de la ciudad del Pisuerga.
Tercera vez consecutiva
El Pucela ya se ha visto abocado a jugar este pasado lunes en su estadio. En el momento que se conoció dicho horario, ya se criticó fuertemente el mismo, ya que era una forma de boicotear la asistencia masiva de aficionados visitantes, algo que implica un retorno económico para Valladolid.
No obstante, a pesar de ser lunes y a las 20:30 horas, no fueron pocos los aficionados cántabros los que se acercaron a Zorrilla, llegando incluso a completar prácticamente el aforo de la zona acotada para ellos.
Los blanquivioletas volverán a hacer lo propio además el próximo 5 de febrero, que volverán a recibir en un lunes a su rival. En esta ocasión será el Albacete, que buscará rascar algún punto en el fortín pucelano a partir de las 20:30 horas.
La tercera vez será el propio partido ante el Real Oviedo, fijado para el viernes 23 de febrero a las 20:30 horas. Además, este partido destaca especialmente por la buena sintonía entre los aficionados, dejando atrás cualquier posibilidad de un episodio violento que obligase a declararlo de alto riesgo.
Este último punto es de especial relevancia, ya que al no estar tipificado como tal, no hay restricción para la afición visitante. Es decir, además de la habitual zona acotada para los seguidores de fuera, estos también podrían ubicarse en otros lugares del estadio con total normalidad.
El Real Valladolid-Real Oviedo es uno de los encuentros que más público atrae cada año al José Zorrilla cuando se enfrentan. Pero la dificultad para desplazarse en un día laborable, especialmente para aquellos que hagan ida y vuelta en el día, hace que pierda cierto atractivo y, como consecuencia, provoque una pérdida del retorno económico en la hostelería vallisoletana.