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La Copa del Rey mola. Prueba de ello son algunos de los partidos que dejaron este pasado miércoles tres de los equipos modestos de Castilla y León, que pusieron en verdaderos apuros a rivales de superior categoría, uno en Primera División, otro uno de los gallitos de la Segunda División y un tercero también de la categoría de plata.

Uno de ellos fue la Cultural Leonesa, que casi hasta el final del partido puso en entredicho a toda una UD Almería, aspirante al ascenso a Primera División y con una plantilla digna de la máxima categoría, aunque estén en la de plata. 

A pesar de empezar el encuentro perdiendo desde el minuto 3, por un gol de Nico Melamed, los leoneses fueron capaces de recomponerse y devolver las tablas en el marcador un cuarto de hora después. Txus Alba, canterano del FC Barcelona, puso las tablas en el marcador.

Incluso después llegaría la oportunidad de plantarse por delante en el marcador. El colegiado pitó la pena máxima a favor de los locales en el descuento de la primera mitad. Sin embargo, Carlos Calderón no fue capaz de transformarla y el empate que imperaba hasta entonces en el electrónico continuaría.

No fue hasta el minuto 84 cuando los andaluces volverían a adelantarse y poner el definitivo 1-2 en el marcador. Una muestra de que a los de Almería se les complicó un encuentro que, a priori, deberían haber solventado con más facilidad. La Cultural completó un muy digno partido aún así.

El otro encuentro del que hablamos se convirtió en una auténtica locura. Fue de esos partidos que enganchan al deporte rey a un aficionado nobel que esté empezando. El Unionistas de Salamanca FC puso contra las cuerdas ante un Rayo Vallecano que se vio muy superado.

Al contrario que en León, en Salamanca el encuentro empezó de manera muy diferente. En apenas cuatro minutos, los charros se pusieron por delante con dos goles de ventaja. Saltaba la sorpresa. Álvaro Gómez e Imanol Baz anotaban los tantos para los locales.

Un resultado totalmente imprevisto que ya nos adelantaba antes del minuto 20 el tipo de partido que íbamos a vivir. Los de Vallecas recortaron distancias en el 36 gracias al gol de Óscar Trejo, emblema de los visitantes.

El Unionistas se marchó, aún así, al descanso con la victoria en el marcado. Una vez en la segunda, Pedro Díaz colocaría el empate y en el 84 Adrián Embarba pondría a los de Madrid por delante. Dos minutos después, el Rayo se quedaría con uno menos.

La locura ya se desataría con una polémica decisión del árbitro, al anular un gol por un presunto fuera de juego, sin estar muy claro que un atacante local la tocase antes, que hubiera supuesto la prórroga y el 3-3 en el marcador. Además, con un Unionistas que jugaría los 30 minutos con un futbolista más.

Sin embargo, el colegiado chafó toda posibilidad y Unionistas se quedó a las puertas de lograr una machada histórica. Por último, el Zamora CF llegó hasta los penaltis contra el Tenerife, estando muy cerca de eliminar a un rival de Segunda División.