Como si de un viaje en el tiempo se tratase, el VRAC volvió a ser el VRAC en Olaias (Lisboa) y se coronó como rey Ibérico una vez más. Y ya van seis. Y ya son cinco de forma consecutiva. Será difícil una sexta, pero el equipo de Diego Merino acostumbra a renacer de sus cenizas y, con mucha seriedad y un conocimiento de los puntos débiles (y también de las armas) de su rival, Técnico, se soltó desde el pitido inicial y, haciendo las cosas fáciles y bien logró controlar el partido, dándose uno de los mejores escenarios que cualquier aficionado quesero podía imaginar en la previa.
En un día soleado en el campo lisboeta, el VRAC saltó al césped con las ideas claras y dispuesto a sumar su primer título de la temporada 2021/2022. Desde los primeros segundos se vio esa soltura desaparecida durante los últimos meses, encontrando espacios, compañeros, pases y acciones rápidas que despistaron a Técnico. Así, las primeras ocasiones de ensayo no tardaron en llegar, con el Quesos jugando en veintidós local y sólo errático en su gran debe, la touch, si bien fue poco a poco afinando en todas las fases, ganando solvencia. Pero fue en el juego a la mano donde el equipo vallisoletano se reencontró.
Tras rozar la marca en los minutos iniciales, fue en el 15 cuando Nathan de Thierry aseguró los tres primeros puntos para ganar confianza. Tuvieron continuidad poco después, cuando John Wessel-Bell encontró el hueco en el sector derecho del ataque quesero tras un buen trabajo colectivo y consiguió posar y, con la transformación de Nathan, elevar la renta a un esperanzador 0-10. Técnico se fue asentando en el partido, pero no lo suficiente para herir al VRAC, que sí concedería un castigo en el minuto 25 que transformó Hugo Trigueiro (3-10). De Thierry lo anularía a efectos de recortar el resultado con un puntapié pasado en el minuto 30 que devolvía los 10 puntos de ventaja al VRAC.
Pero sería al borde del descanso cuando el Quesos daría un golpe encima de la mesa. Entre Álex Alonso y Pedro de la Lastra se trabajó una rápida jugada que finiquitó el marbellí, también transformada, y que al intermedio dejaba un ilusionante 3-20.
El segundo tiempo empezó con la misma fuerza española con la que terminó el primer acto. Y de nuevo con Pedro de la Lastra como gran protagonista del VRAC, que de nuevo encontró el hueco y lo aprovechó para afianzar la diferencia positiva quesera (3-27). Lo neutralizó Técnico por la vía rápida (8-27), sin transformación, en el que sería su único ensayo de la tarde en Olaias. Nathan de Thierry siguió a lo suyo, con tres puntos más que sumaban y acercaban el título, y fue en el minuto 74 cuando Pablo Miejimolle, en una demostración de fuerza y poderío, ensayó para reflejar la rabia acumulada del vestuario, que disfrutaba como nunca antes esta temporada. Ya en el 79, Thrupp irrumpió por el lado derecho y, con relativa facilidad, sumó la última marca vallisoletana para cerrar el partido con un contundente 8-44.