El Fundación Aliados comenzará este sábado, en el pabellón Pilar Fernández Valderrama, ante el Econy Gran Canaria, su vigésimo quinta temporada en la División de Honor de Baloncesto en Silla de Ruedas, y lo hace con la aspiración y la ambición de alcanzar, al final de la misma, la Final Four, ya que los refuerzos que ha adquirido la plantilla hacen pensar en cotas altas.
Ha sido uno de los recién llegados, el norteamericano Fabián Romo -quien procede del Amfiv de Vigo- el que ha vaticinado el buen papel de los vallisoletanos en la liga, durante la presentación del equipo ante los medios, y la intención de “dar la sorpresa” en otras competiciones como la Copa del Rey o en la Eurocup 2, cuya organización ha vuelto a solicitar el club morado, tras dos años viendo cómo quedaba anulada, a causa de la pandemia.
El presidente de la entidad y técnico del primer equipo, José Antonio de Castro, ha explicado que, en fechas próximas, se darán a conocer las sedes de las fases finales de las competiciones europeas, entre las que espera se encuentre Valladolid, que participaría en dicha Eurocup 2 como anfitrión, si bien Romo ha ido aún más lejos y su mente está puesta, directamente, en la Champions.
Habrá que ver la evolución del Fundación Aliados durante la presente campaña, aunque De Castro se ha mostrado “muy contento” con la adaptación tanto de Romo como del australiano Clarence McCarthy-Grogan, quien está deseando empezar a competir en España, donde ha llegado “recomendado” por sus compatriotas, Brett Stibners o Tristan Knowles, ambos exjugadores morados, ya que le han hablado “muy bien”, no solo del club, sino de la ciudad y del gran ambiente deportivo que reina en la misma.
La plantilla morada se completa con otro australiano, el joven Dalton Lachli, aunque no se espera su llegada, al menos, hasta diciembre, según se vayan cerrando los plazos para cumplimentar los trámites burocráticos correspondientes.
Estos tres jugadores se incorporan a un bloque capitaneado por José Luis Robles -que ya acumula 19 años en el Fundación Aliados-, y que está formado por el también veterano Jonatan Soria, los argentinos Maxi Ruggeri, Adrián Pérez y Franco Alessandrini, el canadiense Westley Johnston y el holandés Jelmer Van Brunschot.
Es decir, que los únicos jugadores nacionales son Soria y Robles, quien ha advertido que este equipo es “el mejor” que ha visto en los últimos años, y por eso la ilusión ante la nueva temporada es “máxima”, al igual que la responsabilidad que tienen tanto él como Soria, puesto que siempre, uno de los dos, deberá estar en pista, para cumplir con las directrices marcadas para la competición nacional.
Una competición doméstica que se ha visto afectada por la decisión de la IWBF -Federación Internacional de Baloncesto en Silla de Ruedas- de modificar las fechas del Campeonato del Mundo de la modalidad deportiva -previsto para el mes de noviembre en Catar- con el fin de que no coincidiera con el Mundial de Fútbol. Eso se traduce en que, puesto que el 12 de mayo los jugadores de los diferentes equipos españoles deben preparar la cita mundialista con sus respectivas selecciones, tanto la liga española como la Copa del Rey y las competiciones europeas deberán finalizar antes de esa fecha. Y por tanto, los partidos que tenían que disputarse en mayo, se concentrarán en el mes de noviembre, lo que ha hecho que los clubes hayan tenido que variar su planificación de la temporada.
Las espadas ya están en todo lo alto y, desde este fin de semana, se podrá ver cómo se desarrolla la nueva temporada en la máxima categoría del baloncesto en silla de ruedas que, en el caso de los vallisoletanos, comenzará en su feudo y, como siempre, con entrada gratuita. De ahí que De Castro haya hecho un llamamiento a los aficionados vallisoletanos, para que acudan a animar a la escuadra morada en su debut ante el potente conjunto canario, tercer clasificado de la liga en el anterior ejercicio.