Además del vallisoletano Arturo Coello, flamante número uno del World Pádel Tour, Castilla y León cuenta con un puñado de jugadores profesionales que luchan por meterse en las fases finales de los torneos del circuito mundial y asentarse en la élite de un deporte que continúa creciendo más allá de Argentina y España.
En el Barceló Valladolid Máster, que arranca hoy, junto al fenómeno de Mojados, otros cinco castellanos y leoneses intentarán hacer un buen papel en uno de los cinco torneos más prestigiosos del mundo: los vallisoletanos Javier Martínez y Beatriz Caldera, la segoviana Jimena Velasco, y los hermanos salmantinos Goenaga.
El más veterano de todos, con 26 años, es Javier Martínez, que lleva siete como profesional y cinco disputando todos los torneos del circuito. Aunque ahora ocupa el puesto 63 del ranking, llegó a estar treinta puestos más arriba cuando hace unas temporadas jugó con Adrián Blanco, un gallego criado en Ponferrada, junto al que alcanzó varios cuartos de final y llegó a ganar a la pareja número uno de entonces: Maxi y Sanyo.
Después de una lesión que le privó de participar en varios torneos el pasado año, esta temporada, junto al cántabro Jorge Ruiz, está progresando en el ránking y se muestra muy optimista para lo que queda de temporada. De todas formas, la suerte no le ha sonreído en el torneo de casa y en dieciseisavos se enfrentará a la pareja número uno: Arturo Coello y Agustín Tapia.
Javier Martínez, que llegó al pádel de niño después de una grave lesión de cadera que le obligó a pasar por el quirófano y dejar el fútbol, reconoce que con su actual posición en el ránking, el pádel es un deporte que tiene sus sacrificios pero del que se puede vivir holgadamente, “aunque cuanto más arriba estés en el ránking, mayores son los ingresos”.
Por su parte, la salmantina Carmen Goenaga, de 19 años, es la castellana y leonesa mejor situada en la clasificación del World Pádel Tour y ocupa el puesto 28. A pesar de su juventud, ya atesora una gran experiencia, dado que 2019 dio el paso al profesionalismo y disputó circuito completo, aunque un año antes, con poco más de 14 años ya jugó cuatro torneos.
Carmen reconoce que en los últimos años la situación de las jugadoras de pádel ha cambiado mucho y cada vez hay más patrocinadores y más importantes que “apuestan por nosotras”. No obstante, y aunque año tras año escala posiciones en el ránking, esta joven salmantina que acaba de presentarse a la EBAU tiene claro que hay que seguir estudiando para fraguarse un futuro una vez que se acabe el pádel, “que ojalá sea dentro de muchos años”.
En Valladolid confía en hacerlo bien, ya que es como “jugar en casa. Allí entreno con Gustavo Pratto y en los partidos me acompañan mis amigos y mi familia”.
Al igual que Carmen, la vallisoletana Beatriz Caldera, que ocupa el puesto 33 en las listas del World Padel Tour, también compagina el deporte con sus estudios, aunque en su caso ha apostado por la ingeniería. Para ella, lo mejor del circuito son los países y las personas que conoces, así como la oportunidad de poder competir casi todas las semanas, mientras que en el otro lado de la balanza sitúa la exigencia de los torneos y el tiempo que se pasa fuera de casa, algo a lo que nunca “te acabas de acostumbrar a pesar de llevar ya cinco años en la alta competición”.
La benjamina de este grupo es la segoviana Jimena Velasco, que ayer cumplió los 19 años y está disputando su tercera temporada completa en el circuito, a la vez que cursa Psicología por la UNED. Campeona de Europa junior el pasado año, Jimena, que ocupa el puesto 57 del World Padel Tour, se aficionó a este deporte cuando en su pueblo, San Cristóbal de Segovia, se construyó una pista de pádel. Allí empezó a dar clases con sus amigas, para después seguir con su formación en el Padelzone de Valverde del Majano. Ahora vive y entrena en Madrid, pero reconoce que jugar en Valladolid la hace una especial ilusión por estar al lado de casa.
Gustavo Pratto
A excepción de Jimena Velasco, el resto de profesionales tienen como denominador común que son entrenados por el argentino Gustavo Pratto, afincado en Valladolid desde 2006 y desde donde dirige una de las academias más prestigiosas del mundo y de la que, entre otros, han salido los dos números unos actuales: Arturo Coello y Paula Josemaría.
Pratto, reconoce que el éxito es de los jugadores y de su esfuerzo y, en un ejercicio de humildad, asegura que su único mérito es saber inculcar a los jugadores la pasión que siente él por este deporte. Además, se muestra muy optimista de cara al futuro y asegura que la cantera viene pegando fuerte y en los próximos años Castilla y León puede tener perfectamente seis o siete jugadores entre los quince mejores del mundo.
En este sentido, uno de sus pupilos, Enrique Goenaga, asegura que la opinión generalizada entre los jugadores del circuito es que Gustavo Pratto es el número uno de los banquillos, a la vez que destaca que “solo hace falta mirar el ránking de los últimos años y ver quién ha sido el entrenador de los mejores jugadores”.
A pesar de tener solo 21 años, dentro del World Pádel Tour no es un novel. A los 15 años jugó los primeros torneos y desde los 17 años hace la temporada completa. Su progresión está siendo constante desde que en 2021 entrara en el ‘top’ cien y a día de hoy no tiene meta. “Mi sueño es ser algún día número uno. Para eso entreno y me esfuerzo a diario”, afirmó.
Torneo
En su última edición, el Valladolid Máster batió todos los récords. Generó tres millones de euros de retorno económico para la ciudad, con el 48 por ciento de los asistentes procedentes de fuera de Valladolid. Además, se cerró con más de 30.000 personas en las gradas, lo que significa el mayor registro de asistencia de la historia y permitió la proyección de Valladolid en más de 150 países gracias a los derechos de televisión, con un retorno en medios de más de diez millones de euros.
Licencias
Aunque el número de practicantes continúan incrementándose año a años, no ocurre lo mismo con las licencias. En Castilla y León, según explicó a Ical la presidenta de la Federación de Pádel de Castilla y León, Victoria Barcina, este año asciende a 2.862 (994 mujeres y 1.868 hombres), alrededor de un 20 por ciento menos que hace dos años, cuando la Comunidad alcanzó su pico más alto, con 3.479 practicantes federados. No obstante, desde el COVID las licencias se están recuperando y se espera alcanzar las 3.000 este mes septiembre.
Por provincias, Valladolid encabeza el listado, con 939 federados, una tercera parte del total (597 masculinas y 342 mujeres). Le siguen Zamora, con 505 (310 ellos y 195 ellas), León, con 376 (264 y 112); Burgos, con 305 (206 hombres y 99 mujeres); Segovia, con 269 (166 y 103); Salamanca, con 190 (138 hombres y 52 mujeres); Palencia, con 141 federados (110 y 31); Ávila, con 135 (76 y 59); y cierra Soria, con solo dos licencias (un hombre y una mujer).
En cuanto al número de clubes actuales en la Comunidad, la Federación contabiliza 44, 15 de los cuales están en la provincia de Valladolid, también una tercera parte, en paralelo con el número de federados. León cuenta con una decena, Burgos con seis, Zamora con cinco, Salamanca y Segovia, con tres en cada caso, al igual que Ávila y Palencia, con uno. Por contra, Soria carece de clubes.