Iberdrola, primera empresa energética de España, ha puesto en marcha su plan de acción global contra el coronavirus, COVID-19, de acuerdo con las recomendaciones de las autoridades sanitarias competentes.
A pesar de que ningún empleado del grupo ha sido diagnosticado con esta afección hasta el momento, Iberdrola ha puesto en marcha 65 medidas que contribuirán a garantizar la operativa de su negocio, atendiendo al cumplimiento de sus compromisos con los grupos de interés (clientes, suministradores, accionistas y sociedad en general) mientras protege la salud y seguridad de sus trabajadores y facilita la conciliación de su vida personal y laboral.
Iberdrola, como empresa que presta un servicio esencial para la sociedad, ha implementado una batería de medidas en todos sus centros de trabajo (oficinas, instalaciones de transformación, centrales de generación y centros de atención al cliente), reforzadas y específicas que permiten asegurar el funcionamiento habitual y la continuidad de sus actividades.
La compañía ha habilitado sistemas de teletrabajo para sus empleados de centros corporativos en zonas afectadas, como España e Italia. Al mismo tiempo, han quedado prohibidos los viajes nacionales e internacionales, salvo situaciones especiales, y las reuniones y cursos de formación, salvo los referentes a la seguridad, reforzándose las opciones telemáticas y online.
Asimismo, las medidas incluyen protocolos extraordinarios para colectivos críticos de los negocios, esquemas de movilidad eventual y reubicación temporal de trabajadores de instalaciones o funciones esenciales en la generación, distribución y suministro eléctrico a clientes finales.