La masa laboral senior continúa creciendo en la comunidad autónoma de Castilla y León si bien el desempleo de este nicho de población tiende a cronificarse y representa ya el 20 por ciento del total de parados, frente al 9 por ciento de 2010, "un porcentaje que irá en aumento de forma irremediable".
Esta es una de las principales conclusiones del informe #TuEdadEsUnTesoro sobre los mayores de 55 años en el mundo laboral elaborado por la Fundación Adecco según el cual en Castilla y León hay 26.200 parados mayores de 55 años, un 4,4 por ciento más que el año pasado y un 53 por ciento más que en 2010, cuando había registrados 17.100.
Según este trabajo, que basa sus conclusiones en el análisis y explotación de datos de fuentes oficiales y en una encuesta a 1.000 desempleados mayores de 55 años residentes en España, el profesional que pierde su trabajo a partir de esa edad corre un "elevado riesgo de perpetuar su desempleo" por una desactualización de competencias y por "prejuicios muy arraigados" en la empresa y en la sociedad.
Este informe constata también que a pesar del "creciente" protagonismo de los seniors como fuerza laboral sus dificultades deacceso al mercado son "mayúsculas" ya que un 61,7 por ciento de los parados mayores de 55 años supera el año sin trabajo y la mayoría (el 49 por ciento) lleva más de 2 años sin encontrar empleo, una cifra que se reduce en 20,2 puntos porcentuales entre el resto de la población que alcanza el 41,5 por ciento.
A esto se une que un 40 por ciento de los profesionales de Recursos Humanos consultados admite que una edad superior a los 55 años le genera dudas a la hora de incorporar al trabajador en determinados puestos.
"La pandemia ha de ser un punto de inflexión para resetear esquemas tradicionales y abrirse a la contratación de los seniors como clave para la competitividad del país. Es el mayor reto de nuestra era y no se trata únicamente de justicia social, sino de una necesidad imperante en una nación en récord de envejecimiento, que no podrá salir adelante si renuncia a una fuerza laboral cada vez más numerosa", ha señalado al respecto el director general de la Fundación Adecco, Francisco Mesonero.
En la misma línea, el directivo defiende que la vida profesional de un trabajador no puede finalizar si pierde su empleo con más de 50 o 55 años. "En este contexto de envejecimiento sin precedentes, no es de recibo que el desempleo senior se trate como una transición precaria a la jubilación: es imprescindible acompañarlos en su reskilling profesional", ha reivindicado para que recordar también que el profesional debe abandonar la "mentalidad inmovilista" y asimilar el aprendizaje permanente "como única vía para conectar con un mercado en continuo cambio".
En este punto, ha considerado que el subsidio para mayores de 52 años puede ser un "buen punto de partida" si bien ha advertido de que, si se prolonga en el tiempo, se estará abocando a los seniors "al umbral de la pobreza" y a asumir que no tienen posibilidades ni capacidad para trabajar, "un planteamiento arriesgado y contradictorio, teniendo en cuenta que estamos prolongando la vida activa de los trabajadores- con un retraso progresivo de la edad de jubilación- en un mercado que tanto les necesita".