La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) estima que el déficit de Castilla y León en 2020 podría alcanzar entre el 0,2 y el 0,6 del PIB por ciento por efecto de la pandemia de coronavirus, si bien su impacto se vería compensado "en gran parte" por las transferencias del Estado.
En su informe, la AIReF calcula un crecimiento de los gastos sobre el nivel de 2019 de entre el siete y el nueve por ciento, con aumentos superiores en los gastos corrientes asociados a la COVID, especialmente sanitarios.
Debido a la caída estimada en el PIB regional, los empleos aumentarían su peso en el mismo entre 2,6 y 3,4 puntos, según el escenario considerado.
Por otro lado, se prevé un aumento en los ingresos entre el once y el diez por ciento, condicionado por las transferencias del Estado, tanto del sistema de financiación (SFA) como del Fondo COVID-19, con lo que su peso en el PIB regional aumentaría entre 3,1 y 3,5 puntos --los ingresos variarían entre un 9,1 y un 8,7 por ciento, ganando tres décimas menos en PIB--.
Sin el impacto de la COVID-19, el saldo que previsiblemente hubiera alcanzado la comunidad en 2020 sería del -0,7 por ciento del PIB actualmente estimado, según subraya la autoridad independiente, que indica que la Comunidad ha remitido una previsión de cierre actualizada, considerando un déficit del 0,2 por ciento.
Como señala el informe, las estimaciones facilitadas por Castilla y León consideran una evolución del conjunto de los recursos más favorable que la de la AIReF en sus escenarios, y un aumento del gasto cercano a las previsiones de la AIReF.
En cualquier caso, la publicación del cierre definitivo de 2019 y la información actual disponible han empeorado en seis décimas las previsiones de la AIReF.
La comunidad alcanzó un déficit del 0,7 por ciento del PIB regional --un 0,5 depurado del impacto del suministro inmediato de información del IVA--, lo que empeoró en cinco décimas las perspectivas para 2020, mientras que en marzo se ha recogido el impacto de una sentencia de personal que ha incrementado en una décima el gasto, incorporándose a las estimaciones de cierre de la AIReF.
IMPACTO DE MÁS DE UN PUNTO
Asimismo, se estima que la COVID-19 puede suponer en la comunidad un impacto entre 1,1 y 1,5 puntos, pues como recalca la AIReF, el elemento "fundamental" de cambio en las perspectivas para 2020 ha sido la estimación del impacto de la COVID, basada en el aumento esperado en el gasto sanitario, las medidas adoptadas en otros ámbitos y la pérdida de ingresos prevista por la caída de la actividad económica.
En este impacto no está considerado el efecto en las cuentas autonómicas de posibles medidas que puedan adoptarse en educación para el curso que viene ni de la implantación del Ingreso Mínimo Vital, sobre los que la comunidad no dispone de previsiones a la fecha.
Las transferencias que la Comunidad percibirá del Estado a través del Fondo COVID podrían suponer 1,6 puntos de PIB, Si bien no se dispone de los datos que permitirían calcular la distribución definitiva.
La AIReF estima un mayor gasto sanitario por el impacto de la COVID-19 de entre siete décimas y un punto del PIB regional que se correspondería con gastos de naturaleza corriente principalmente, con especial peso de los consumos intermedios y la remuneración de asalariados, financiado en 17 millones por transferencias directas desde el Estado para atender estas necesidades.
La comunidad ha valorado el impacto de medidas adoptadas relativas a la pandemia adicionales al gasto sanitario. La valoración en conjunto de las medidas de gasto asociadas a la COVID es inferior a una décima del PIB regional.
En el ámbito de los gastos, las once principales actuaciones se han centrado en la promoción económica: ayudas y subvenciones destinadas a diferentes ámbitos, tales como explotaciones ovinas y caprinas y servicios, autónomos, sector turístico o empresas que necesitan un refuerzo en la contratación para atender el incremento de la producción.
También valora medidas de carácter social como protección de las personas trabajadoras que no perciben ningún tipo de prestación o subsidio por desempleo o por cese de actividad y recoge las derivadas de la aplicación de los fondos recibidos del Estado para servicios sociales, alimentación infantil y vivienda.
Como apunta la autoridad independiente, la Comunidad no incluye previsiones sobre posibles medidas en educación para el curso que viene, aunque identifica gastos efectuados en el ámbito por limpieza, desinfección de centros, teletrabajo, aumento del gasto en personal docente como consecuencia del protocolo de distancia social.
Junto a ellos, identifica gastos generales derivados de limpieza, adquisición de material protector y de equipos y valora ahorros en otras áreas derivados de la inejecución de determinados gastos, incluyendo el menor gasto asociado a la formación para el empleo al haberse suspendido la financiación estatal asociada.
INGRESOS
Por el lado de los ingresos, las principales medidas con impacto al cierre se han concentrado en la minoración de ingresos por alquiler de viviendas e intereses y en el menor ingreso asociado a la formación para el empleo, aunque se consideran las ayudas estatales para financiar los gastos sociales señalados en el apartado anterior.
Según el informe, el impacto de la caída esperada de la actividad económica, aunque limitado al no trasladarse a los recursos del SFA, puede suponer entre tres y cuatro décimas del PIB regional de mayor déficit y la Comunidad prevé un impacto similar en las principales figuras tributarias.
La AIReF estima que el conjunto de las transferencias del Fondo COVID-19 que percibirá la Comunidad de Castilla y León podrían alcanzar 1,6 puntos del PIB regional. En concreto, las transferencias que percibirá la comunidad por los tramos uno y dos podrían suponer un punto del PIB, mientras que por el tramo tres, las transferencias alcanzarían las dos décimas del PIB regional. Además, se han estimado las transferencias del tramo cuatro en cinco décimas del PIB regional.
En cuanto a la deuda, la AIReF estima que el nivel en Castilla y León podría oscilar entre un 22,9 y un 23,9 por ciento del PIB, afectado por la caída del PIB regional y, en menor medida, por factores fiscales ajenos a la COVID-19.
Por lo que se refiere a las perspectivas a medio plazo en cuanto a estabilidad presupuestaria, el impacto de la crisis actual se aplaza a los ejercicios siguientes a través de los recursos del sistema de financiación autonómica y otras transferencias del Estado, si bien las perspectivas en la Comunidad para 2021 y 2022 empeoran "significativamente" respecto a 2020, ya que podrían experimentar una caída de entre el once y el 15 por ciento respecto a las cuantías abonadas en 2020.
A ello se une la caída de ingresos por la no reiteración de transferencias extraordinarias de 2020 que determina una variación negativa del conjunto de los ingresos entre el 15 y el 18 por ciento.
La "abrupta caída" del crecimiento económico, junto con el deterioro del saldo fiscal a partir de 2021 supondrán un aumento en el nivel de riesgo de sostenibilidad financiera de Castilla y León, según recalca la autoridad independiente, que recuerda que el recurso a los mecanismos extraordinarios de financiación disminuyó en 2019 con la vuelta a los mercados de capitales, si bien advierte de que regresar al nivel del de deuda del 20,8 por ciento registrado a finales del año 2019 requeriría, bajo el supuesto de corrección anual fija del déficit de 0,25 puntosde PIB, al menos casi dos décadas.