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Economía

El coronavirus lastra la recaudación del Estado en Castilla y León en impuestos en más de 200 millones de euros

3 octubre, 2020 17:47

La crisis generada por la pandemia sigue horadando la recaudación tributaria en Castilla y León, lastrada esencialmente por el desplome del consumo, junto a la parálisis del estado de alarma y la contracción económica posterior, unidos esos factores a los aplazamientos en los abonos decretados por el Ejecutivo. Las regulaciones temporales de empleo sujetan el mercado laboral y permiten sostener e incluso elevar ligeramente la recaudación por IRPF.

Los datos que facilita la Agencia Tributaria, recogidos por Ical, revelan un desplome de los ingresos tributarios hasta agosto en más de 224 millones de euros, con una merma porcentual del ocho por ciento. Es decir, si el año pasado Hacienda había recaudado en la Comunidad 2.799,86 millones, este año la cifra había bajado a 2.575,2.

La reducción de ingresos tributarios en la Comunidad estuvo directamente vinculada a la parálisis en el gasto de los hogares, que tuvo su reflejo en la recaudación por IVA. En concreto, este impuesto indirecto al consumo permitió recaudar 771,8 millones en los ocho primeros meses del año, que representan un desplome del 21,1 por ciento, en términos relativos; y de 206,8 millones, en cifras absolutas.

El IRPF, la principal fuente de ingresos tributarios, permitió amortiguar la caída en la recaudación, apoyado por la contención de la sangría laboral gracias a los expedientes de regulación temporal de empleo. Así, la Agencia Tributaria indica que se recaudaron por este tributo hasta agosto en Castilla y León, 1.420,7 millones de euros, 19,5 más que en los mismos meses del anterior, con una ligera subida porcentual del 1,4 por ciento.

Solo otro tributo estuvo hasta agosto en positivo, el de la renta a los no residentes, que supuso unos ingresos para el Gobierno, de 10,1 millones de euros, con un aumento del cinco por ciento, y casi medio millón más recaudados.

El resto de impuestos del Estado siguieron en negativo. Otro de los principales, el de Sociedades, se redujo un 2,9 por ciento, con 9,9 millones menos en ingresos, hasta un total de 333 millones. Asimismo, los impuestos especiales, que gravan los carburantes, el tabaco o el alcohol, se situaron en negativo, con menos 4,9 millones, cuando un año antes había permitido recaudar 10,4 millones de euros.

El impuesto sobre tráfico exterior supuso una recaudación para las arcas del Estado hasta el mes de agosto, de 8,8 millones de euros, que representan una bajada en 3,8 millones, respecto al guarismo del año anterior en el mismo periodo, con una bajada porcentual del 30,4 por ciento.

Por último, el Capítulo III (tasa radioeléctrica, recargo de apremio, intereses de demora y sanciones tributarias), sufrió un descenso porcentual muy intenso, que llegó hasta el 45,5 por ciento. Estas tasas permitieron unos ingresos en la Comunidad, durante los meses de análisis, de 18,3 millones de euros, lo que supone una reducción en 15,3 respecto a la cifra del año anterior.

Menos impuestos


Responsables de la Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (Cecale) advirtieron, en una reflexión para Ical, de que “esta crisis sanitaria y económica requiere de urgentes medidas que impulsen y reactiven la economía y no de aquellas que pudieran limitar o estrangular la recuperación de la actividad empresarial”. 

En este sentido, se reafirmaron en que “no es el momento de subir impuestos, sino de establecer incentivos fiscales para que las empresas, la mayoría con serias y extremas dificultades de liquidez, y por tanto de supervivencia, puedan dedicar sus escasos recursos financieros a atender en un primer término su flujo financiero, y así poder comenzar a recuperar la actividad”.

La patronal autonómica, dejaron claro, es “consciente” de que es necesaria también una recuperación de los ingresos tributarios, pero para ello “no se han de subir los impuestos sino lo contrario”. “La fórmula está en apoyar la reactivación de la actividad empresarial, en generar un entorno favorable para el desarrollo de la misma, en la contención y mejora de la eficiencia del gasto público y en la lucha contra la economía sumergida. Todos estos factores contribuirán a aumentar las bases imponibles y, por tanto, la recaudación fiscal”, sentenciaron. 

Aprovecharon también para denunciar que “la elevada presión fiscal empresarial en España, ya venía limitando la capacidad competitiva de las compañías” y “ahora es más necesario y urgente que nunca, que las autoridades competentes introduzcan mejoras o nuevos incentivos fiscales a la inversión en sus correspondientes figuras impositivas, con el fin pueda comenzar a recuperarse la actividad empresarial y, con ello el empleo, y consecuentemente los ingresos tributarios”. “Las diferentes figuras impositivas tendrán que ser objeto de mejoras en cuanto al establecimiento de nuevos incentivos, mayores deducciones, moratorias, exenciones o reducciones de tipos”, concluyeron. 

Provincias


La recaudación tributaria global del Estado en los ocho primeros meses del ejercicio se redujo en todas las provincias de Castilla y León, con especial incidencia en Palencia y León, con caídas de dos dígitos. Así, en la provincia palentina, se recaudaron 170,9 millones, con un descenso del 17,4 por ciento; y en la leonesa, 332,8, un 10,1 por ciento menos que en 2019

Por encima del descenso medio de la autonomía (ocho por ciento), se situaron Valladolid y Salamanca, con ingresos de 810,4 y 297 millones y rebajas del 8,7 y 8,5 por ciento, respectivamente. El resto de provincia sufrió mermas relativas en la recaudación por debajo de la media. Zamora (97,7 millones), un 6,7 por ciento menos; Burgos (516,5), un 5,5 por ciento por debajo de la cifra de 2019; y Segovia (151,1), un 3,9 por ciento de retroceso. Por último, los ingresos tributarios del Estado en Ávila (87,1 millones) mermaron un 1,9 por ciento, y los de Soria (111,2 millones), se contrajeron un 1,4 por ciento.