La Confederación de Hostelería y Turismo de Castilla y León ha reclamado a la Junta que apruebe un plan de desescalada para el sector que siga el modelo establecido por Madrid en cuanto a aforos y horarios, al tiempo que reclama ayudas directas que van desde los 5.000 euros por autónomo --sin trabajadores a su cargo-- y por encima de los 18.000 por establecimiento dependiendo de la plantilla y del tipo de local.
La Confederación Regional de Hostelería y Turismo registró la pasada semana ante el Ejecutivo autonómico el informe que el pasado lunes 23 de noviembre solicitó el vicepresidente del Ejecutivo Regional, Francisco Igea, al sector y al que ha tenido acceso Europa Press.
En ese escrito la Confederación señala que la crisis económica provocada por la COVID-19 ha castigado de manera "dramática" a las más de 30.000 empresas del sector de hostelería de Castilla y León que se enfrenta a una situación "sin precedentes".
"Y si bien, durante estos meses, se han asumido con responsabilidad y gran esfuerzo, por parte de empresarios y trabajadores la aplicación de todas las medidas preventivas (incluso el cierre total) y restricciones a su actividad, ahora urge buscar medidas de rescate y reactivación del consumo y del turismo para evitar que las perdidas conlleven la desaparición de muchas empresas creadoras de empleo directo e indirecto", añade.
La Confederación ante esta situación de "profunda crisis económica, inseguridad e incertidumbre" sobre la duración de la pandemia y ante las restricciones que impiden el desarrollo "normal" de su actividad a los establecimientos de hostelería y turismo solicitan a las diferentes administraciones públicas un compromiso "firme" con las empresas del sector a través de la articulación de una serie de medidas que puedan "mitigar" los efectos económicos de la pandemia.
En este sentido, solicitan un plan de desescalada que sigue el modelo de la Comunidad de Madrid en cuanto a aforos y horarios.
La Confederación divide en dos periodos las medidas a aplicar. Así, del 4 al 18 de diciembre, ambos incluidos, piden que los aforos en bares, restaurantes y zonas comunes de los alojamientos sean del 50 por ciento en el interior y del 75 en el exterior.
Además, el consumo podría ser en el interior en mesas o agrupaciones de mesas, "nunca en barras" y en exterior en terrazas o espacios abiertas.
Por otra parte, proponen que el horario de toque de queda sea desde las 00.00 horas hasta las 06.00 horas, y no desde las 22.00 horas como hasta hora, y se permita la movilidad entre las provincias de la Comunidad y con el resto de las provincias de otras comunidades, que estén en igual nivel de alerta del denominado "semáforo covid".
En el siguiente periodo, del 19 de diciembre al 10 de enero, los aforos aumentarían al cien por cien en el exterior, mientras que se mantendría al 50 en el interior. El consumo en barra se incluiría, además, mientras que la movilidad sería la misma que en el anterior periodo.
En este punto, sí piden que los días 24 y 31 de diciembre la Junta valore la ampliación de la apertura de los establecimientos hasta las 01.00 horas.
AYUDAS DIRECTAS
La Confederación recuerda que "miles" de empresas de hostelería y turismo se encuentran en riesgo de cierre como consecuencia de la crisis generada por la pandemia de la COVID-19.
"Una empresa que cierra sus puertas no aporta nada al sistema, mientras que una empresa que recibe ayudas directas tiene la oportunidad de estabilizarse, de recuperar su economía, de contribuir a la recuperación de la economía de otras empresas (proveedores del sector primario -agricultura, ganadería y pesca-, de bodegas, del comercio, prestación de servicios, etcétera) y de contribuir, en definitiva, a la recuperación de la economía de Castilla y León", añade el informe.
De ahí que recuerden que el vicepresidente y portavoz de la Junta, Francisco Igea, avanzó que se procederá a dirigir un comunicado al Gobierno de España para elaborar un plan de choque nacional con ayudas directas al sector de hostelería, considerando que las aportaciones al mismo deben realizarse por las distintas administraciones en función de su gasto público, un 50 por ciento el Gobierno central, un 35 las comunidades autónomas y el 15 restante a las entidades locales.
Como la administración autonómica contribuiría con un 35 por ciento al rescate de las empresas y autónomos; que el 20 por ciento de media de la facturación se destina a sufragar los costes fijos para el ejercicio de las actividades; que los establecimientos de restauración (bares, cafeterías, restaurantes) han permanecido cerrados por espacio de cuatro meses; que los establecimientos de ocio nocturno han estado especialmente afectados durante los nueve meses de la pandemia y que los alojamientos se han visto asimismo afectados bien por el cierre, o bien por las restricciones a la movilidad, el importe mínimo en concepto de ayudas directas que se solicitan oscilarán entre los 5.000 y los 18.000 euros.
Así, establecen una ayuda de 5.000 euros para los autónomos sin trabajadores a su cargo. Además, 8.000 euros por local que tenga de uno a cautro trabajadores; 11.000 de cinco a diez; 14.000 de 10 a 50 empleados y las que tengan más de esos trabajadores añadir 270 euros por puesto. Todo ello teniendo como base la situación de la plantilla en situación de alta a fecha 1 de enero de 2020.
En establecimientos de ocio nocturno y alojamientos, las cantidades expuestas se deben duplicar --habida cuenta de la especial incidencia de la COVID-19 en dichos establecimientos-- con un máximo, para cada uno de los supuestos, de 18.000, euros.
Además, la Confederación concluye que debido a la incertidumbre que se genera en relación con la duración de la pandemia, sus consecuencias e incidencias en el futuro próximo, solicita que las partidas presupuestarias destinadas a las ayudas directas para la hostelería continúen abiertas para el supuesto de que sea necesaria suaplicación a lo largo de 2021.