El consejero de Economía y Hacienda de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, exigió hoy al Gobierno una “negociación multilateral” del modelo de financiación autonómica y cargó contra el “eufemismo” de la armonización para subir impuestos en las autonomías.
Carriedo denunció que el Gobierno negocia con sus “socios” en la dirección del Estado “cosas que afectan a las comunidades sin hablar con las autonomías” por lo que reclamó que no se excluya a los territorios para hablar solo con algún partido político.
El consejero defendió además que ese modelo, el que se aprobó en 2009, es “negativo” para la Comunidad y hace tiempo que cumplió el periodo para el que se diseñó, por lo que es preciso, dijo, poner en marcho otro, que “tenga en cuenta aspectos vinculados al territorio, dispersión, superficie o envejecimiento” porque son elementos diferenciales en el coste de la prestación de los servicios.
Carlos Fernández Carriedo también rechazó la armonización si el Gobierno lo utiliza como un “eufemismo” para subir impuestos, porque “no es el momento”. “No nos parece el cauce adecuado, estamos por reducir impuestos, favorecer le crecimiento y apoyar a las familias; estos son los elementos diferenciales de las cuentas de Castilla y León respecto a las del Estado”, dijo.
El consejero remarcó que la Junta congela tasas e introduce beneficios para el medio rural y el estado sube impuestos a las familias a los autónomos y al campo. “Es el peor momento para subir impuestos”, resumió.
Por otra parte, Carriedo analizó el informe de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) emitido ayer, en el que advirtió del deterioro fiscal y el aumento de la deuda de la Comunidad, los próximos años, y remarcó que ese documento avala la previsión de déficit del 1,1 por ciento de la Junta, para el próximo año, para recordar que otro análisis de este organismo también apoyaba sus estimaciones de crecimiento económico.
Carriedo aceptó no obstante, que los gastos asociados a la pandemia “no pueden convertirse en estructurales” y “hay que ir pensando en menores niveles de déficit; y abogó porque a medida que se recupere la economía se recuperen los tributos propios para financiarse. “Debe acompasarse con una reducción del déficit público de este año”, dijo.
Así, esa situación tendrá un impacto, como reconoció, en las futuras cuentas de la Comunidad, para próximos ejercicios, y asumió que “el ritmo de crecimiento no se podrá mantener para 20202 previsiblemente”. Eso si, indicó que esa situación podría cambiar si se incorporan las partidas de los fondos de resiliencia de la UE, algo que no han hecho en las cuentas de este año por prudencia, al no conocer las partidas ni los criterios de reparto.
Por último, el consejero reclamó de nuevo al Gobierno que convoque la Conferencia de Presidencias Autonómicos y exigió que se defina un plan nacional de apoyo al sector hostelero, al que la Comunidad aportará, aunque asumió que Castilla y León seguirá apoyando a esta actividad aunque el Ejecutivo de Pedro Sánchez eluda sus responsabilidades.