El consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, informó hoy en el Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León de la elaboración por parte de la Oficina de Castilla y León de Coordinación de Fondos de la Unión Europea, de los documentos denominados ‘Propuesta de Biblioteca de proyectos de recuperación y resiliencia de Castilla y León’ e ‘Iniciativas de recuperación y resiliencia en Castilla y León’, que se trasladarán al Gobierno de España y que en el primero de ellos se recoge una relación de 439 proyectos con un previsible gasto de 6.000 millones de euros, de los cuales 289 tienen un componente digital y 201 se relacionan con la transición verde, de los que 182 tienen carácter público, 132 privado y 125 serían público-privados.
Entre los proyectos recogidos en esta biblioteca destacan los vinculados con la reindustrialización, relacionados con la automoción, la industria alimentaria y el sector energético, sectores con una importante presencia en el tejido empresarial de la Comunidad, y que supondrían “importante apoyo en el reto demográfico en línea con el objetivo general de promover la cohesión económica, social y territorial, al generar nuevas actividades económicas y de ocupación, una parte importante de ellas localizadas en el ámbito rural”.
Por su parte, las ‘Iniciativas de recuperación y resiliencia en Castilla y León’, suponen un documento remitido al Gobierno de España con iniciativas alineadas tanto con el Plan de recuperación, transformación y resiliencia de España como con los objetivos comunes planteados por la Unión Europea Para, que se elaboró a partir de un proceso de diálogo y aportaciones con grupos parlamentarios presentes en las Cortes de Castilla y León y con organizaciones y entidades de la sociedad civil.
En el documento se fijan los objetivos para la recuperación en Castilla y León, que pasan por promover la cohesión económica, social y territorial, fortalecer la capacidad de recuperación económica y social orientada a la bioeconomía, mitigar el impacto social y económico de la crisis y apoyar las transiciones verde y digital.
Para la consecución de estos objetivos, el documento agrupa 71 iniciativas estratégicas en diez componentes, que son invertir en empleo y talento para una economía digital y sostenible, transformar el medio rural desde la transición ecológica, la digitalización y la innovación, fortalecer y modernizar el sistema sanitario público en garantía de la salud, mejorar el bienestar y la calidad de vida de los ciudadanos desde el compromiso con las entidades locales, apoyar la inversión y transformar la economía desde los sectores y tecnologías clave y priorizar un ecosistema de innovación digital y la ciberseguridad.
También pretenden activar la transición a una economía circular desde la sostenibilidad, impulsando el ahorro y la eficiencia energética, salvaguardar las infraestructuras con un desarrollo armonioso con el entorno, desarrollar el conocimiento a través de una educación de calidad, actuar para un mejor aprovechamiento social y económico de los recursos culturales y naturales y, por último, fortalecer la igualdad, la inclusión y la protección social, apoyar el bienestar y el desarrollo personal de los más vulnerables.