La deuda comercial de Castilla y León alcanzó los 248,53 millones de euros en el mes de octubre, y se disparó un 17,05 por ciento, frente a un aumento en el conjunto de las autonomías del 6,5 por ciento, hasta los 4.486 millones. Los 36,19 millones de euros de incremento de esa deuda comercial se alimentaron principalmente del gasto sanitario, que aportó 27,86 millones.
El grueso de esa deuda era así sanitaria, con un volumen de 193,35 millones de euros, al igual que en el conjunto de las autonomías, en las que supuso 3.427,35 millones, impulsada por la COVID. Un informe del Ministerio de Hacienda revela que esa deuda en su conjunto representó en la Comunidad el 0,47 por ciento del PIB, mientras que para el global autonómico alcanzó un peso equivalente al 0,41 por ciento de su economía.
La deuda no financiera de Castilla y León se situó en octubre en los 407,2 millones de euros, con un aumento del 9,7 por ciento respecto a septiembre, con 36,1 millones más. Esa cuantía representó el 0,77 por ciento del PIB, cuando un mes antes estaba en el 0,7 por ciento. El conjunto de las autonomías acumuló una deuda no financiera de 10.958,5 millones, con un avance del 3,3 por ciento, que supuso el 0,99 por ciento del PIB regional.
Castilla y León mejoró sus datos de periodo medio de pago a proveedores en octubre, cuando abonó sus facturas en 33,08 días, frente a los 34,53 de septiembre, aunque todavía se situó por encima del plazo legal establecido de 30 días. La Junta se situó prácticamente en la media para el conjunto de las administraciones autonómicas, que pagaron a sus proveedores en 33,17 días.
El informe difundido por el Ministerio de Hacienda indica que el periodo medio de pago a los proveedores sanitarios se situó en octubre en los 37,25 días, cuando un mes antes estaba en 37,02. La Comunidad abonó sus facturas sanitarias con mayor demora que la media autonómica de 35,93 días.