La Junta de Castilla y León declaraba el sábado un toque de queda desde las 20 horas, como medida para frenar la propagación del coronavirus en la Comunidad. Una medida más que polémica que ha generado infinidad de reacciones y ha llevado al Gobierno de España a reclamar su anulación ante el Tribunal Supremio.

El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco ha explicado hoy algunos detalles de esta decisión. En concreto, ha relatado que en la reunión del pasado viernes con los alcaldes de municipios de más de 20.000 habitantes y presidentes de las diputaciones ya se les explicó que la Junta estaba trabajando dos opciones: "seguir restringiendo, en base a la legislación ordinaria, la actividad económica o reducir el toque de queda en base al estado de alarma".

Aunque Mañueco ha admitido que no fue hasta después de esa reunión cuando se tomó la decisión definitiva. "Tuvimos la disyuntiva elegir entre seguir manteniendo la actividad económica y proteger el empleo o anticipar el toque de queda. Elegimos la segunda porque consideramos que el toque de queda ya estaba interiorizado en el imaginario de la población", relataba. De hecho, el presidente de la Junta ha agradecido el alto grado de cumplimiento que los ciudadanos han realizado sobre el nuevo horario.