Zamora es la provincia más envejecida de España. Lo certifica el Instituto Nacional de Estadística, y todo apunta a que la tendencia va a más. En Zamora hay el triple de mayores de 65 que de menores de 16, un proceso crónico que afecta a toda Castilla y León, con una tasa de envejecimiento superior al 200%, y que en la provincia se dispara hasta el 300%. La marcha de los jóvenes y la baja natalidad son el caldo de cultivo de la España Vacía, despoblada y envejecida hasta la extenuación.
Lo que a priori es una carga, en la Diputación de Zamora se han empeñado en darle una vuelta conceptual y en convertirlo en un “recurso enormemente productivo, generador de empleo y de emprendimiento”, un verdadero “motor de la economía del siglo XXI. Pero, ¿cómo? Aquí es donde entra en juego la Silver Economy, un novedoso concepto que se basa en la economía de la longevidad, del envejecimiento, de los cuidados, y que parte del consumo de las personas mayores de 50 años, tanto en servicios como en productos. Y su verdadero significado y potencial nos lo explica Ana Sánchez, profesora de la UBU e investigadora, y coordinadora de proyectos europeos en la Diputación de Zamora.
Y es que la Silver Economy “nos da una economía muy transversal, con patrones muy parecidos a los del consumo de la población general”. Francisco Requejo, presidente de la Diputación, encabeza este ambicioso proyecto que pretende convertir a la provincia en la referencia mundial de esta naciente economía de los cuidados. ¿Por qué Zamora? “Porque tenemos el mayor índice de envejecimiento de toda España, además de recursos suficientes para acometer este tipo de economías, una red con 84 centros residenciales, y un contexto universitario idóneo con titulaciones como Enfermería, además de academias especializadas en atención sociosanitarias”. ¿Dónde mejor entonces?
La estrategia Silver Economy fue aprobada en junio de 2020 por la diputación zamorana, y las Cortes de Castilla y León le han dado el espaldarazo autonómico que necesitaba el proyecto. El presupuesto para los ejercicios 2021-2023 asciende a 40 millones de euros, lo que nos da una idea de lo ambicioso del plan.
“Queremos hacer de Zamora un punto de referencia europeo, que las personas encuentren en Zamora los mejores servicios, que vengan a la provincia para que les cuiden bien, con parámetros de calidad y excelencia, y a precios muy competitivos”, resume Ana Sánchez. Ése es el objetivo y, a la vez, el punto de partida.
Para ello se necesita formación, calidad, investigación… formar mejor que nadie a los trabajadores que ejercerán el cuidado de los mayores. Pues manos a la obra: la Unión Europea aprobó hace un mes el proyecto ‘Silver Caregivers’ propuesto por la Diputación de Zamora para obtener el sello de calidad en el cuidado de los mayores, y el pasado día 11 celebró su primera reunión.
Junto a la formación, la Diputación trabaja paralelamente en crear “un ecosistema tecnológico productivo”, que hará de la provincia una referencia en la tecnología gerontológica. Se trata de lograr la digitalización inteligente de las empresas zamoranas en el contexto de la Silver Economy. “Estamos trabajando muy duro, y hemos presentado a Zamora como candidata a obtener el centro de innovación digital de referencia europea”, al que opta también León. La Diputación quiere atraer un nicho de empresas tecnológicas relacionadas con la domótica y la robótica. Y lo está consiguiendo. Tres importantes empresas referentes en el sector, algunas de ellas multinacionales, ya han mostrado su interés en asentarse en Zamora, un mercado emergente y un campo de pruebas excepcional para esta nueva tecnología de los cuidados.
En tercer lugar, la Silver Economy se sustenta en los cimientos de la accesiblidad a la tecnología. En Zamora, hay muchas zonas rurales donde hay problemas de conectividad, y con esta estrategia la Diputación garantizará el acceso a las redes de todas empresas, estén donde estén.
La cuarta ‘pata’ de la Silver Economy radica en crear alianzas estratégicas, “hacer de la Silver Economy un producto global, transferible a otras zonas del mundo”, y en este sentido se trabaja ya de forma regular con Europa y el continente americano. La idea es, además, que la estrategia sea transregional, vertebrando Castilla y León y que atraviese Portugal.
Los resultados son ya visibles. La Conferencia de Asambleas Regionales, la CALRE, convocada a instancias de las Cortes de Castilla y León en Zamora, ha generado un gran valor añadido que se ha multiplicado con la el II Congreso Silver Economy, un ‘exitazo’ sin precedentes que, a pesar de haberse celebrado de forma telemática debido a la pandemia, contó con una asistencia de más 700 congresistas y un seguimiento en twitter impensable, más de 34.000 personas. Un hito científico que puso en el punto de mira la provincia y su gran potencial en la explotación de la economía de los cuidados.
Para articular esta estrategia a dos años se ha creado un consorcio muy fuerte para la digitalización y las nuevas tecnologías, integrado por la Diputación de Zamora, la todopoderosa Indra -se encarga de las plataformas telemáticas-, Cartif -robótica-, Atrevia -comunicación del proyecto en Europa-, Caja Rural de Zamora y Seguitur -empresa pública del Ministerio especializada en turismo-. Una unión de fuerzas público-privadas que se reúne los días 26 y 27 de este mes en Bruselas para seguir avanzado.
El impacto estimado de la Silver Economy es inconmensurable para una provincia sedienta de oportunidades como es Zamora. Sólo elEuropean Digital Innovation Hubs (EDIH) -el centro tecnológico al que opta la provincia, que se instalaría en el Vivero de Empresas de la Aldehuela- generaría, según estimaciones de Indra, 750 puestos de trabajo directos e indirectos, y además podría multiplicar con creces la propia inversión. La previsión de la Unión Europea es que esta nueva economía de los cuidados crezca anualmente un 5%.
Por ello, la Diputación de Zamora, que ha conseguido liderar la Mesa Nacional de Despoblación integrada por las diputaciones, ha propuesto que la Silver Economy sea el proyecto tractor.
La Diputación ha pedido a la Junta de Castilla y León que participe en esta estrategia y ya cuenta con varios proyectos piloto de cuidados a mayores también en los pueblos, para que las personas puedan permanecer en su entorno vital el mayor tiempo posible recibiendo una atención de calidad de manos de las empresas especializadas en cuidados.