La Junta sólo reconoce dos muertos por COVID-19 como accidente laboral de un total de 65 fallecidos en el tajo durante 2020
El descenso de la actividad productiva en 2020 por la pandemia no impidió sin embargo que los accidentes laborales mortales se disparasen en Castilla y León, aunque la Junta sólo reconoce dos de ellos como consecuencia de la COVID-19. Los datos elaborados por el Ejecutivo regional, ponen de relieve que 65 trabajadores perdieron la vida en el tajo durante 2020, 14 más que en 2019, con un incremento porcentual del 27,4 por ciento.
El informe elaborado por el Gobierno regional, al que tuvo acceso Ical, precisa que de los 65 siniestros mortales, 23 fueron accidentes no traumáticos; otros once caídas desde altura; diez sucesosde tráfico (uno de ellos figura en la descripción de la lesión como no traumático); seis atrapamientos; cuatro aplastamientos y otros tantos golpes en la cabeza; dos atropellos y el mismo número como consecuencia de COVID-19; un golpe resultado de una caída, otro por ahogamiento y uno más por picaduras de insectos.
El número total de accidentes laborales se recortó un 16,6 por ciento, hasta los 22.327 en la Comunidad. La mayor parte fueron de carácter leve, con 22.068, y un descenso del 16,8 por ciento. Los siniestros de carácter grave sumaron 194 y se redujeron un 13,4 por ciento, con 30 menos.
Por sectores productivos, el número de accidentes descendió en todos como consecuencia de la bajada de actividad por la pandemia, especialmente en los servicios, el más afectado, con 10.929 y una caída del 17,3 por ciento. Asimismo, en la industria se registraron 6.532, un 16,4 por ciento menos; en el primario, 1.741, con una bajada del 16 por ciento; y en la construcción, 3.125, con un retroceso del 15,1 por ciento.
Muchos más muertos in itinere
El informe de la Junta analiza también los accidentes in itinere con baja, los que se producen en los desplazamientos al trabajo, y precisa que los accidentes mortales ascendieron a diez, ocho más que en 2019, con un aumento de un 400 por ciento.
Los accidentes in itinere globales alcanzaron los 1.952, que representan un descenso del 23 por ciento. La mayor parte fueron también leves, 1.920, con una rebaja del 23,3 por ciento. Los siniestros graves sumaron 22, ocho menos que un año atrás.
Para finalizar y en lo que respecta a las enfermedades profesionales con baja, se declararon 361 casos el año pasado, con un descenso del 37,1 por ciento.
Datos inexplicables y récord
La secretaria de Salud Laboral y Política Social de UGT-CyL, Azucena Pérez, denunció que la cifra de accidentes laborales mortales en Castilla y León alcanzó la cifra "record" de 75 con ocasión o por consecuencia del trabajo.
En este sentido, exigió a la Junta de Castilla y León que convoque de manera “urgente” una reunión del Consejo Regional de Seguridad y Salud, para analizar la situación y llevar a cabo un plan de choque que permita reconducir la situación inmediatamente. En este sentido, recordó que este órgano no se reúne desde marzo del año pasado.
La responsable ugetista constató que “resulta inexplicable” que en un contexto de descenso global de los siniestros por la pérdida de actividad por la pandmeia, “los accidentes de trabajo mortales se hayan disparado”.
En este sentido, constató que los esfuerzos en las empresas se volcaron en acomodar los centros de trabajo y las actividades a las obligaciones y recomendaciones para evitar los contagios por COVID-19 en las empresas, pero “no prestaron la suficiente atención a la gestión de la prevención de riesgos laborales”.
Provincias
Un análisis provincial revela que Valladolid sufrió el mayor número de percances mortales en los centros de trabajo, con 14 fallecidos, tres más que un año antes. Asimismo, Burgos y León sumaron once en ambos casos, donde crecieron en dos y tres fallecidos las trágicas cifras, respectivamente.
Por lo que se refiere a Salamanca, fueron ocho los trabajadores muertos, cinco más que un año antes; mientras que Palencia, Segovia y Soria registraron cinco fallecidos, en ambas, aunque en la primera y en la soriana crecieron en dos y tres respecto a 2019, y en la segunda bajaron en uno.
Por último, en Ávila fallecieron en accidente laboal cuatro empleados, una menos que un año antes; y en Zamora, dos, frente a los cuatro de 2019.
El número global de accidentes bajó en todos los territorios de la Comunidad, en Ávila (1.091), un 20,9 por ciento; en Burgos (4.292), un 20,6 por ciento; en Salamanca (2.663), un 19,5 por ciento; en Segovia (1.847), un 17,1 por ciento; en Palencia (1.564), un 17 por ciento; en León (3.421), un 15,9 por ciento; en Soria (1.107), un 14,4 por ciento; en Valladolid (4.852), un 12,5 por ciento; y en Zamora (1.490), un 10,9 por ciento.