El número de trabajadores en expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) alcanzó al terminar el mes de enero los 738.969, de ellos 29.151 en Castilla y León, según los datos aportados por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y recogidos por Europa Press.
Por provincias, la mayor parte de los ERTE se han registrado en Valladolid, con 6.302, seguida de León (5.044), León (4.690) y Salamanca (4.637). A continuación se sitúan Segovia (2.407), Zamora (1.730), Ávila (1.683), Palencia (1.597) y Soria (1.061).
Del total de trabajadores en ERTE con los que se cerró enero, 6.969 pertenecen a los 'antiguos' ERTE, sin exoneraciones a la Seguridad Social, la mayor parte de nuevo en Valladolid, con 1.659, seguida de Salamanca (1.299), León (1.294), Burgos (1.031), Palencia (411), Zamora (402), Segovia (382), Ávila (327) y Soria (164).
Por su parte, el número de personas incluidas en los nuevos ERTE, con exoneraciones especiales para sectores 'ultraprotegidos' y cobertura para aquellas empresas afectadas por las restricciones administrativas, totalizó 19.869 trabajadores en enero, casi el 68,15 por ciento del total (66 por ciento a nivel nacional).
En este caso, 4.161 se han registrado en Valladolid, 3.420 en León, 3.219 en Burgos, 2.959 en Salamanca, 1.774 en Segovia, 1.241 en Ávila, 1.212 en Zamora, 1.110 en Palencia y 783 en Soria.
De ellos, 7.635 personas pertenecen a sectores 'ultraprotegidos' (de los que 7.162 corresponden al listado de CNAE y 473 a empresas de su cadena de valor), 2.774 se encuentran en un ERTE de impedimento y 9.460 en un ERTE de limitación de actividad.
En este último caso, 1.956 se han formalizado en Valladolid, 1.719 en León, 1.645 en Burgos, 1.290 en Salamanca, 683 en Segovia, 671 en Zamora 562 en Palencia, 540 en Ávila y 394 en Soria. En el caso de los ERTE de impedimento se reparten del siguiente modo: 138 en Ávila, 365 en Burgos, 602 en León, 151 en Palencia, 348 en Salamanca, 279 en Segovia, 84 en Soria, 665 en Valladolid y 142 en Zamora.
El Departamento que dirige José Luis Escrivá ha destacado que la cifra de casi 739.000 trabajadores en ERTE a nivel nacional "se mantiene estable desde principios de septiembre a pesar de las mayores restricciones administrativas para afrontar la tercera ola de la pandemia".
Asimismo, el Ministerio ha resaltado que, en comparación con el máximo de trabajadores en ERTE que se alcanzó en abril, los trabajadores en ERTE se han reducido en 2,9 millones de personas, casi un 80 por ciento.
Según Seguridad Social, en enero continuó produciéndose un trasvase de los antiguos ERTE a los establecidos en el nuevo esquema de protección que entró en vigor el pasado 30 de septiembre y que duraba hasta el 31 de enero. Este esquema se ha vuelto a prorrogar hasta el 31 de mayo sin muchas novedades.
El decreto de prórroga de los ERTE aprobado a finales de septiembre extendía hasta el 31 de enero de manera automática los procedimientos por fuerza mayor para determinados sectores económicos, y creaba dos figuras, los ERTE de impedimento de la actividad y los ERTE de limitación de actividad, a las que pueden acogerse todas las empresas, con exoneraciones que en algunos casos llegan hasta el 100%.
Los ERTE de fuerza mayor con prórroga automática se limitan a las empresas más afectadas por la pandemia cuya actividad se clasifique en alguno de los códigos de la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE-09) previstos en la norma, con exoneraciones de cuotas de entre el 75% y el 85%. De estas exoneraciones también pueden beneficiarse aquellas empresas que, aunque no formen parte de dichos sectores, se encuentran en su cadena de valor o cuyo negocio depende en su mayoría de ellos.
En el caso de las nuevas modalidades de ERTE vigentes, a las que pueden acogerse empresas de cualquier sector, se distinguen dos tipos: los ERTE por impedimento de actividad como consecuencia de restricciones adoptadas por las autoridades (por ejemplo, las empresas de ocio nocturno), y los ERTE de limitación de actividad, destinados a las empresas que vean alterada su actividad cuando una autoridad local, autonómica o estatal limite, por ejemplo, los aforos y los horarios.
En la regulación vigente hasta el 31 de enero, los ERTE de limitación de actividad iban acompañados de exenciones de cuotas de entre el 70% y el 100%, mientras que los ERTE de impedimento de la actividad contemplaban exenciones de entre el 90% y el 100%.