La pandemia ha destruido más de 11.000 contratos de auxiliares de enfermería hospitalaria en Castilla y León
La pandemia ha modificado radicalmente el mercado de contratación en Castilla y León, con un impacto brutal en el sector servicios, el más dañado si se atiende a los datos de las profesiones más contratadas que ofrece la Junta, y en los que llama la atención la nula repercusión que ha tenido el COVID-19 en profesiones como la enfermería, a pesar de la situación cercana al colapso sufrida por la mayoría de los hospitales de toda la Comunidad durante la primera y la segunda ola.
Si en 2019 se ofertaron un total de 11.459 contratos de auxiliares de enfermería hospitalaria, en 2020, en plena pandemia, esta cifra se redujo un 3,5 por ciento, hasta los 11.057 contratos, descenso muy lejano del 65,24 por ciento registrado entre los camareros, donde en comparación con 2019 se dejaron de firmar más de 110.000 contratos.
No obstante, hay que reseñar que el pasado año se contabilizaron 2.514 contrataciones a enfermeros no especializados y 730 a auxiliares de enfermería de Atención Primaria, la mayoría en el cuarto trimestre, cuando en el año 2019 estas profesiones no aparecieron entre las cincuenta primeras.
El duro golpe que está soportando la hostelería como consecuencia de los cierres decretados por las autoridades para frenar el contagio del virus también se dejó notar entre los ayudantes de cocina, profesión entre las diez más demandadas en 2019, donde los contratos se redujeron en casi un 60 por ciento (-13.858).
La caída también fue significativa en otras ramas del sector servicio como los monitores de actividades recreativas que vieron reducidas sus ofertas más de un 68 por ciento al pasar de las más de 24.000 a 7.597 o limpieza, donde las ofertas para trabajar en oficinas y hoteles se redujeron casi un 33 por ciento y se dejaron de ofertar más de 18.500 contratos en comparación con 2019.
El comercio, otro sector muy afectado por los efectos de la crisis, vio reducida sus contrataciones más de un 27 por ciento (-9.972)
En total, las 50 ocupaciones más demandadas a lo largo del pasado año sumaron 566.581 contratos, lo que supone una bajada de casi el 40 por ciento, frente a los 803.105 alcanzados en el 2019. Aunque el año arrancó bien y en el primer trimestre estas 50 ocupaciones más demandas sumaron 153.239 contratos, unos 6.000 menos que en el mismo periodo de 2019, el hundimiento del mercado laboral se produjo en el segundo trimestre, tras la declaración del estado de alarma el confinamiento domiciliario, ya que de los 210.829 contratos del 2019 se pasó a 89.769. En el tercer trimestre se perdieron más 53.000 y la misma tónica se mantuvo en octubre, noviembre y diciembre, cuando se perdieron 55.609.
Por el contrario, el sector industrial fue el que mejor aguantó la embestida del COVID-19. El empleo de peones industriales encabezó la lista de las 50 ocupaciones más contratadas que elabora el Gobierno regional en todas las provincias de la Comunidad, con 132.203 empleos en el conjunto de la autonomía, cuando un año antes estaba en segunda posición, con 146.015, superado ampliamente por el trabajo hostelero. No obstante, la actividad industrial en la Comunidad también sufrió un duro golpe y perdió 13.812 contrataciones, caso un 9,5 por ciento.
Agricultura
Por otra parte, la agricultura fue el único sector que vio incrementada sus contrataciones. La necesidad del abastecimiento del sector primario autonómico tuvo su reflejo en los datos de contratación de peones agrarios, que se situaron como la cuarta profesión del ranking, con 32.171 contratos en el conjunto del año, 64 más, por detrás de peones industriales, camareros y limpiadores.
Aunque con baremos negativos, la construcción fue detrás de la agricultura el sector que mejor soportó los efectos del COVID y en el caso de las contrataciones de albañiles el retroceso fue del 8,80 por ciento, hasta las 10.167. Algo peor se comportó el transporte y el número de contratos a camioneros cayó un 17,35 por ciento (-2.476).