El salario medio de los trabajadores castellanos y leoneses cayó un 2,4 por ciento en el último año debido a las circunstancias derivadas de la pandemia del coronavirus COVID-19, situándose en 1.483 euros brutos mensuales frente a los 1.641 euros que marca la media nacional. No obstante, esta última sufrió un descenso del 3,1 por ciento, el mayor en 50 años, lo que hace que la caída castellano y leonesa haya sido más moderada que en el conjunto nacional.
Por otro lado, el poder adquisitivo de los ciudadanos de Castilla y León descendió un 1,1 por ciento en los dos últimos años, lo que sitúa a la Comunidad en el puesto duodécimo en la pérdida del poder adquisitivo nacional, con datos a 31 de diciembre de 2020, si bien la pérdida es algo menor, en términos porcentuales, que la media del país, que se sitúa en un descenso del 1,4 por ciento.
Así lo desvela el último informe del Monitor Adecco de Oportunidades y Satisfacción en el Empleo, que señala el impacto de la pandemia al afirmar que el salario medio del conjunto de España pierde en la actualidad un 1,4 por ciento de su poder de compra cuando un año atrás ganaba el 0,9 por ciento, por lo que la capacidad adquisitiva del salario medio de los españoles retoma su tendencia declinante, que comenzó en enero de 2017 y solo se vio interrumpida entre junio de 2019 y marzo de 2020.
En cuanto al grado potencial de satisfacción de una persona ocupada media en cada una de las Comunidades Autónomas, Castilla y León también se encuentra entre la mitad baja, al situarse en el décimo puesto con un grado de satisfacción de 6,1, muy cerca del 6,3 que marca la media nacional pero lejos del 7,2 con el que cuenta la Comunidad de Madrid.
Seguridad en el empleo
En lo que respecta a la seguridad en el empleo, circunstancia que según el Monitor Adecco cubre "no solo el concepto de siniestralidad, sino también la cobertura de la prestación por desempleo, la magnitud del paro de larga duración y el tiempo necesario para volver a encontrar un empleo una vez que se ha perdido", todas las Comunidades han mejorado su calificación, a excepción de La Rioja.
Y es que la siniestralidad laboral cayó en un 18,8 por ciento de media nacional en términos interanuales, el dato más bajo desde junio de 2013, mientras que en Castilla y León la reducción de la siniestralidad laboral fue incluso mayor, situándose en un descenso del 24,3 por ciento, el mayor de su serie histórica.
También descendió el número de parados de larga duración, que continúa bajando aunque más lentamente que en los meses previos a la pandemia. A este respecto, el porcentaje de parados que llevan así más de dos años se sitúa en un 26,4 por ciento en Castilla y León, por encima del 24 por ciento nacional.
También se encuentra Castilla y León en los primeros puestos nacionales en porcentaje de parados que cobra prestación por desempleo, con un 72,5 por ciento, tan solo por detrás de Extremadura, Cantabria, Baleares, Galicia y Andalucía, y por encima del 69,9 por ciento de media nacional, que no obstante incrementó dicho porcentaje en 1,3 puntos con respecto al cuarto trimestre de 2019.