El director general de Energía y Minas de la Junta de Castilla y León, Alfonso Arroyo, y Consejero de Hacienda y Financiación Europea de la Junta de Andalucía, Juan Bravo, han inaugurado hoy el I Foro Nacional de Agencias por la Eficiencia Energética, coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Eficiencia Energética.
La Junta de Castilla y León preside a través del Ente Regional de la Energía de Castilla y León (EREN) la Asociación de Agencias Españolas de Gestión de la Energía (ENERAGEN), que en colaboración con la Agencia Andaluza de la Energía, como responsable del grupo de trabajo de eficiencia energética dentro de esta asociación, han organizado esta jornada online de intercambio de experiencias e promovidas por agencias de energía de ámbito autonómico, provincial y local.
En el encuentro se han analizado proyectos relacionados con la pobreza energética, las comunidades locales de energía, la gestión de los consumos energéticos, el autoconsumo o la movilidad sostenible. También han participado representantes de la Comisión Europea y de la Administración General del Estado presentando las prioridades en materia de eficiencia energética a nivel de la UE y de España.
El director general de Energía y Minas ha trasladado en el encuentro la labor que desempeña ENERAGEN para aprovechar las sinergias y recursos de las agencias que la integran, contribuyendo al intercambio fluido de información y buenas prácticas entre sus integrantes, y constituyéndose como foro efectivo de debate entre los organismos especializados de energía, tanto en el ámbito nacional como en foros internacionales.
Menos consumo de energía con mayor eficiencia
La Junta de Castilla y León ha concluido la Estrategia de Eficiencia Energética 2020 (EEE-CyL-2020), que tenía como objetivo reducir en un 32,5 % el consumo de energía primaria, respecto a 1990. Se prevé alcanzar este objetivo, si bien, con los datos disponibles hasta este momento, correspondientes a 2019, ya se había alcanzado una reducción del 29,09 %, según los datos actualizados con la metodología PRIMES-2007 utilizada por la UE para determinar las previsiones a futuro.
En términos de energía final, aplicando lo que se establece en la Directiva 2012/27/UE de eficiencia energética, Castilla y León en 2020 debería conseguir un ahorro de energía final de 730,7 ktep. A finales de 2019, ya se había conseguido un ahorro de 667,8 ktep (91,3%). (La Unidad ktep hace referencia a miles de toneladas equivalentes de petróleo. Es una unidad común para todas las fuentes de energía tanto hidrocarburos como generación eléctrica)
Con estos datos, se puede anticipar que en 2020 se habrán alcanzado los objetivos fijados y por lo tanto se cumplirán los compromisos adquiridos.
Estrategia de Eficiencia Energética 2030
La Consejería de Economía y Hacienda, a través del EREN, ya está redactando la nueva Estrategia de Eficiencia Energética para esta década, hasta 2030, documento que se aprobará a lo largo de este año.
Los objetivos que se fijarán en este nuevo documento son muy ambiciosos, coherentes con los objetivos nacionales y con las políticas de la Unión Europea. Se trata de medidas innovadoras y disruptivas.
Estos objetivos son los siguientes:
- Reducir en un 40 % el consumo de energía primaria referido a 1990.
- Reducir en 511,96 ktep anual el consumo de energía final en 2030, que acumulado en el periodo 2021 a 2030 supondrán un ahorro de 2.531,68 ktep.
- Reducir en un 8,05 % el consumo de derivados del petróleo.
- Reducir en un 23,22 % el consumo de gas natural.
- Reducir en un 1,66 % el consumo de energía eléctrica (porcentaje pequeño dada la gran electrificación de la economía que nos espera en esta década).
- Aumentar el consumo de energías renovables no eléctricas en un 9,60 %.
- Poner en marcha la economía asociada al Hidrógeno.
- Reducir la intensidad energética referida a energía primaria de 159,72 tep/M€-PIB a 122,49 tep/M€-PIB (-23,33 %).
- Reducir las emisiones de CO2 de 16,89 Mt CO2/año en 2020 a 13,28 Mt CO2/año en 2030 (-21,35 %).
Además la nueva Estrategia incorporará otro tipo de medidas dirigidas, entre otras, a reducir trabas administrativas, a facilitar las relaciones con la administración autonómica, a ayudar a los ciudadanos y empresas a que no se pierdan buscando información desagregada, a proponer nuevas fórmulas de apoyo económico-financiero e impulsando que la propia administración autonómica sea un ejemplo a seguir al aplicar en sus edificios, sus vehículos, y su actividad muchas de las medidas que se prevén para otros sectores de actividad: a los ciudadanos, empresas y entidades locales.