El enorme impacto de la crisis generada por la pandemia en el mercado laboral en Castilla y León fue mucho menos acusado para las empresas de trabajo temporal, que elevaron su peso y asumieron casi el 30 por ciento de los contratos que se firmaron en la Comunidad en 2020.

En concreto, los datos que facilita el Ministerio de Trabajo y Economía Social, indican que las ETT de la Comunidad, fueron responsables el pasado ejercicio de 193.109 contratos de puesta a disposición, lo que supone el 29,1 por ciento de los 663.074 que se suscribieron en total, cuando el año anterior representaron el 22,4 por ciento (211.509 de 944.661).

Estos datos revelan además que en Castilla y León, estos contratos solo mermaron en el año de la pandemia, el estado de alarma y las restricciones, un 8,7 por ciento, frente a un desplome de la contratación total del 29,8 por ciento.

Por lo que se refiere al número de cesiones de trabajadores, alcanzaron las 106.542, con una merma del 10,8 por ciento, cuando el desempleo durante el año se disparó un 20,6 por ciento, según los datos del ECyL, es decir, el impacto sobre los trabajadores que gestionaron fue la mitad que para el conjunto del mercado laboral.

Las ETT que operaban en Castilla y León el año pasado estuvieron entre las que lograron mejores porcentajes de España, ya que la caída del 8,7 por ciento de los contratos (18.400 menos), es muy inferior a la media nacional del 23,2 por ciento (1.007.960 se perdieron). Castilla y Le´pon fue la cuarta autonomía con menos pérdida de contratos por ETT, solo por detrás de Cantabria, Castilla-La Mancha y Navarra, donde se redujeron un 1,5, 2,9 y 7,8 por ciento, respectivamente. En el extremo opuesto se situaron los archipiélagos, muy dependientes del turismo, con desplomes del 68,5 por ciento en Baleares, y del 63,8 por ciento en Canarias.

Un análisis pormenorizado de los contratos de puesta a disposición de las ETT indica que la mayor parte, respondieron a circunstancias de la producción,, 156.615, que retroceideron de forma muy moderada para un año tan complicado, un 6,7 por ciento, en concreto, frente a los 167.783 de 2019. Asimismo, los contratos por obra y servicio llegaron a 34.265, en este caso, con un mayor impacto, ya que se contrajeron un 16,7 por ciento, en comparación a los 41.139 del ejercicio anterior. Por último, las ETT impulsaron 2.229 contratos de interinidad, formación y aprendizaje en prácticas, un 13,8 por ciento por debajo de los 2.587 del año anterior.

Provincias

Un análisis provincial revela situaciones dispares en la contratación por ETT en todos los territorios. Así, se elevaron un 27,9 por ciento en Soria (4.951) y un 15,3 por ciento en Zamora (11.380).

En el extremo opuesto, en Salamanca (9.921) y Valladolid (59.194), las contrataciones descendieron muy suavemente, un 2,1 y 2,7 por ciento, respectivamente; mientras que en Palencia (41.240) y León (9.818), cayeron un 18,9 y 18,3 por ciento, en cada caso. Asimismo, la actividad de las ETT se redujo en Segovia (18.087 contratos), un 14,9 por ciento; en Burgos (28.142), un 10,2 por ciento; y en Ávila (10.376), un ocho por ciento.

En cuanto a los trabajadores que pusieron a disposición de empresas, también crecieron en Soria (3.302) y Zamora (5.180), un 10,5 y 4,6 por ciento, respectivamente; permanecieron estables en Salamanca, con 7.087, solo uno más que en 2019, y mermaron solo un 1,3 por ciento en Valladolid (35.025). Sin embargo, se desplomaron en Segovia (8.158), un 25,7 por ciento; en Palencia (18.589), un 24,3 por ciento; en Ávila (4.729), un 17,1 por ciento; en León (5.693), un 15,9 por ciento; y en Burgos (18.779), un 10,5 por ciento.