De Margarida sitúa a mediados de 2023 la recuperación de la actividad previa a la crisis generada por la COVID-19
El presidente del Colegio de Economistas de Valladolid, Palencia y Zamora (ECOVA), Juan Carlos de Margarida, destacó hoy que Castilla y León no recuperará su actividad previa a la crisis generada por la COVID-19, hasta mediados de 2023.De Margarida, que presentó el Observatorio Económico de Castilla y León correspondiente al cuarto trimestre del año 2020, indicó que este año el PIB podría crecer entre el cuarto y el seis por ciento, y siempre incluyendo las ayudas que llegarán desde la UE (27.000 millones). “No son grandes alegrías”, dijo, para poner sus miras por “prudencia” en 2024, ante el bajo ritmo de vacunación, las dudas sobre la gestión de los fondos de Europa y la “incertidumbre política”.El economista incidió en el impacto sobre la confianza del consumidor de las “continuas contradicciones, las incongruencias y la altísima inestabilidad política” para exigir coordinación a todas las administraciones. Asimismo, tras un cierre del año con una caída entre el 9,6 y el 11,1 por ciento de la economía, previó que los datos negativos seguirán hasta la segunda mitad de 2021, por lo que exigió que se mantengan las ayudas a los expedientes de regulación temporal de empleo hasta finales del año.En este sentido, explicó que el tejido productivo se enfrenta a una “cascada de quiebras” con el consiguiente efecto “dominó” sobre el empleo, y expuso que es preciso mantener los ERTE y acompasar su retirada con una reactivación que permita sobrevivir a las empresas.El decano advirtió de que muchas empresas, sobre todo del sector servicios, “están al borde del precipicio”, y criticó que los 11.000 millones de ayudas directas del Gobierno “llegan tarde” y son insuficientes. Así, exigió a los gobiernos estatal y autonómico un “plan mayor de ayudas directas” que permita aliviar la carga financiera de las empresas. Eso si, dejó claro que no se pueden desperdiciar recursos en empresas que no tengan futuro.Junto a esto, exigió a los dirigentes políticos “sentido común en la ejecución de los fondos europeos”, unas partidas que “suponen una oportunidad histórica”, dijo, tanto para la reactivación de la economía como para acometer las reformas estructurales necesarias para ganar el futuro.De Margarida comentó además que Castilla y León sigue presentando fuertes debilidades que condicionan su futuro, como el elevado envejecimiento de su población; una economía de servicios; una alta temporalidad y un tejido productivo de pymes y micropymes "sin capacidad de respuesta".Asimismo, puso de relieve las brechas educativas, el lento avance de las vacunas, la incertidumbre sobre los ERTE, la ineficiente gestión de los fondos públicos y la excesiva acumulación de deuda. Apostó además por el comercio on line y por vender en todo el mundo adaptando las producciones a los gustos de todos los mercados, ante constante retroceso de la balanza comercial. Juan Carlos de Margarida también puso sobre la mesa en el extremo opuesto, como factor positivo, que el consumidor tiene una elevada tasa de ahorro y “está deseando gastar”, pero es preciso que se recupere su confianza, algo que espera se pueda producir con la socialización de nuevo con la llegada del periodo estival. Sin embargo, puso de relieve que todo seguirá dependiendo de la evolución de los brotes y de la vacunación. “El efecto rebaño es prioritario y no se está haciendo con la rapidez que genere confianza”, denunció.