La Consejería de Economía y Hacienda ha formalizado un préstamo por importe de 200 millones de euros reembolsables al final del año 2026 a un tipo de interés del 0 %, lo que significa que durante los próximos 68 meses la Comunidad no tendrá que abonar ninguna cuantía en concepto de intereses. Estas operaciones de acceso al mercado de deuda son posibles gracias al notable grado de solvencia de la Comunidad, con una calificación crediticia Baa1 según la agencia Moody’s, la misma que el reino de España.
La Junta ha formalizado un préstamo bilateral por importe de 200 millones de euros reembolsables al final del año 2026 a un tipo de interés del 0 %, lo que significa que durante los próximos 68 meses, aproximadamente seis años que tiene de vida este crédito, Castilla y León no tendrá que abonar ninguna cuantía en concepto de intereses. Únicamente, finalizada la vigencia del contrato, a 30 de diciembre de 2026, deberá reintegrar a la entidad prestamista el nominal desembolsado, sin que se genere ningún otro gasto.
Junto a este préstamo el pasado 7 de abril se realizó una emisión de deuda pública en formato colocación privada, por importe de 132 millones de euros, con un cupón anual del 1,275 % a un plazo de 28 años, siendo la operación de mayor duración que ha realizado la Comunidad hasta el momento.
Estas operaciones se encuadran dentro del importe de 1.884,5 millones de euros que, de acuerdo a los Presupuestos Generales de la Comunidad, constituyen las necesidades brutas de financiación a largo plazo para 2021, y cuentan con las preceptivas autorizaciones del Consejo de Ministros y de la Secretaría del Tesoro y Financiación Internacional.
En este sentido, considerando además el préstamo formalizado con Bankia antes de su integración en Caixabank, por importe de 175 millones de euros, con amortizaciones parciales en los años 2028 y 2036, a un tipo del 0,30 %, la Junta de Castilla y León ha cubierto, en poco más de un trimestre, más de la cuarta parte del total del endeudamiento previsto para este año.
Asimismo, todas las operaciones responden a la estrategia en materia de endeudamiento fijada para este año que se caracteriza por la cobertura de la totalidad de las necesidades financieras con cargo al mercado de capitales, sin recurrir a los mecanismos estatales de financiación, y buscando no solo minimizar el coste, sino también alargar la vida de la cartera de deuda aprovechando el contexto de los actuales bajos tipos de interés. En estos momentos, la vida media de las operaciones formalizadas es de 12,75 años y el tipo de interés medio es del 0,436 %.
Castilla y León tiene un alto nivel de acceso al mercado de deuda como consecuencia directa de su notable grado de solvencia. Con la misma calificación crediticia que el reino de España, según la agencia Moody’s con nota Baa1, tiene una alta capacidad para hacer frente a los compromisos financieros que asuma. Por otra parte, con una senda de consolidación fiscal con unos controlados niveles de déficit y por otro lado, con un moderado volumen de deuda, Castilla y León cuenta con un elevado nivel de confianza y receptividad entre los inversores.
Asimismo, atendiendo a los datos recientemente publicados por el Banco de España relativos al endeudamiento autonómico al cierre de 2020, hay que destacar que el volumen de deuda de Castilla y León solamente supone en torno a un 4 % del total y que en términos del PIB regional representa un peso del 24 %, lo que significa 3,1 puntos porcentuales por debajo de la media del conjunto de regiones españolas.
Además, Castilla y León viene realizando una buena gestión de la liquidez que se refleja en un periodo medio de pago de facturas dentro del límite de 30 días que marca la normativa. De acuerdo con el último dato disponible correspondiente al mes de enero de 2021 el tiempo medio de pago de facturas a proveedores en Castilla y León era de 27 días, inferior a la media autonómica que fue de 28,5 días.