La Junta de Castilla y León rechazó hoy de plano la posibilidad de implantar peajes en vías nacionales y autonómicas, una medida que podría establecer el Gobierno para cumplir con el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia remitido a Bruselas. En este sentido, el vicepresidente y portavoz, Francisco Igea, consideró que se trata de una “penalización” para los habitantes de una comunidad de 94.000 kilómetros cuadrados de superficie y a la lucha por el reto demográfico.
“Estamos pidiendo que baje el coste del transporte y ponga el tren de madrugadores y encima calza otro coste”, espetó Igea, quien lamentó que el Gobierno no esté preocupado por el reto demográfico y castiga a un territorio con el mantenimiento de un servicio “que se hace por km y no por población”, pero a la hora de la financiación “sí lo hace por población”.
En el mismo sentido se postuló el consejero de Fomento y Medio ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, responsable del área en la Comunidad, quien reprochó que “incrementar los costes de actividad por carretera es incrementar los costes a la ciudadanos”. “A los ricos les puede dar igual, pero penaliza a las rentas más modestas. Hay que administrarse bien”, dijo el consejero, quien aseguró no entender que un Gobierno con una Vicepresidencia para el Reto Demográfico “siempre implanta este tipo de medidas, en contra del propio reto demográfico”.