España exportó en 2020 rosas por valor de más de 15 millones de euros, lo que la convierte en la flor cortada del país con más éxito en el mercado extranjero en términos de facturación. En total, España vendió al exterior flores cortadas por valor de 58 millones de euros, según datos del Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales procesados por la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas Vivas (FEPEX).
La rosa llegó a representar por lo tanto hasta un 27% del total de la facturación, seguida del clavel, con más de 13 millones de euros. La comunidad autónoma líder en esta clasificación de rosas españolas fue Castilla y León con más de 11 millones, mientras que Galicia se situó cerca de los 3 millones y en tercer lugar se situó Aragón con más de 678.000 euros. La Comunitat Valenciana superó el medio millón y Cataluña los 387.000 euros.
Hasta el 80% de las exportaciones de 2020 de flores y plantas españolas, que sumaron más de 442 millones de euros, tuvieron como destino Europa y se dispararon este enero hasta en un 21% en Alemania.
Precisamente en este país y en España, FEPEX ha impulsado su campaña “Europa Florece. Planta Vida”, con la finalidad de concienciar a los consumidores de que las plantas y flores son mucho más que elementos decorativos, aportándonos un amplio elenco de beneficios, tanto físicos como emocionales.
En este sentido, la rosa es una flor que ofrece múltiples y conocidos beneficios. En primer lugar, se trata de una flor con mucha simbología en nuestra cultura, que nos ayuda a poder comunicar nuestras emociones, a relacionarnos. Regalar o recibir una rosa es un acto social con el que podemos expresar lo que sentimos por una persona o mostrar agradecimiento. De hecho, dependiendo del color podemos hablar de amor, pasión, pureza, amistad, dar las gracias…
Por otro lado, el cuidado del rosal es un magnífico hobby muy extendido en países como Reino Unido, donde cuenta con gran número de aficionados. Se trata de una planta que requiere de constantes mimos que acaban convirtiéndose en un entretenimiento diario con el que evadirse de la rutina y el estrés. Al existir innumerables variedades se pueden coleccionar rosas de diversos colores y tamaños, cada una con su propio nombre único. El resultado es un balcón, una terraza o un jardín lleno de color y perfume floral.