El aumento del stock de deuda pública legado de la crisis de la COVID-19, sumado a un elevado nivel de partida y al previsible deterioro del saldo fiscal de los próximos años, sitúan la sostenibilidad financiera de Castilla y León en una posición “de mayor vulnerabilidad”.
El Observatorio de Deuda elaborado por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) indica que bajo los supuestos de un escenario normativo, donde se proyecta un deterioro del saldo primario para 2022 y una corrección del mismo a partir de ese año, se calcula una reducción de la ratio de deuda de 8,7 puntos de PIB en los próximos 15 años, alcanzando el nivel previo a la pandemia en el año 2029.
Además, bajo los mismos supuestos la reducción para el conjunto del subsector se cifra en 9,4 puntos. En ambos casos, tanto el crecimiento económico como la reducida carga financiera serán los factores determinantes en la disminución de la deuda.
Asimismo, bajo el escenario normativo se proyecta que alcanzar el límite de referencia del 13 por ciento, requerirá casi dos décadas. En contraste con los escenarios proyectados por la AIReF previos a la crisis donde el nivel del 13 por ciento se alcanzaba en torno al año 2028, no se proyecta alcanzar dicho límite antes del año 2037 aun manteniendo un ligero superávit presupuestario, mientras que para el total del subsector se alcanzaría en el 2044.
AIReF recuerda en su informe que como consecuencia de la anterior crisis financiera la ratio de deuda sobre el PIB aumentó casi 18 puntos desde 2007, estabilizándose en valores ligeramente superiores al 20 por ciento en los años previos al estallido de la pandemia. Al respecto, la evolución del PIB y del saldo fiscal ligado a la crisis sanitaria proyectan un nuevo incremento de la ratio en los próximos años aumentado el riesgo de sostenibilidad de las finanzas públicas.
Un análisis de sensibilidad indica que una subida de tipos de interés de 100 puntos básicos supondría un aumento acumulado en la carga financiera de 2,4 puntos en 15 años. Por el contrario, un escenario que implique un mayor crecimiento potencial de la economía de 0,5 puntos básicos. contribuiría a la reducción de la ratio de deuda 1,4 puntos adicionales en el mismo periodo.
AIReF recuerda en su informe que la agencia de calificación Moody’s mantiene la deuda a largo plazo dentro de la categoría de grado de inversión (Baa1) de grado medio inferior.
Comportamiento positivo en 2021
La ratio de deuda sobre ingresos corrientes continuará sin embargo este año la tendencia positiva experimentada en 2020 como consecuencia de las transferencias extraordinarias aprobadas. La ratio de deuda sobre ingresos experimentará una mejora de nuevo en 2021 empujada por los recursos adicionales transferidos a las comunidades desde el Estado, y se reducirá un 1,1 por ciento Castilla y León desde el 23,4 por ciento de 2020.
“No obstante, se considera que se trata de una mejora coyuntural asociada a los mecanismos de apoyo articulados por el Estado y que no refleja una mejora estructural en la capacidad de pago de las comunidades”, indicaron los autores.
España
Las previsiones macro-fiscales elaboradas por AIReF proyectan una reducción acumulada en la ratio de deuda regional global de 1,6 puntos de PIB para el año 2021, situándose la ratio del subsector para ese año en el 25,5 por ciento.
El documento precisa que el elevado crecimiento económico estimado para los próximos años será el principal factor en la reducción y estabilización de la ratio de deuda regional. En contraposición, se prevé un deterioro importante del saldo autonómico en 2022, que llevaría a una necesidad de financiación superior a la existente antes de la crisis.
Las previsiones macro-fiscales a nivel territorial muestran una disminución de la ratio de deuda desigual en las distintas autonomías. Valencia, Baleares y Murcia serían los territorios que más verían crecer su deuda en 2021 en relación con 2019, desde unos niveles previos ya de por sí elevados. Además, en los próximos años se prevé que tanto País Vasco como Canarias se sitúen en el nivel de referencia del 13 por ciento, mientras que Madrid y Navarra estarían en valores cercanos a ese nivel. Con una ratio de deuda cercana al 50 por ciento de su PIB, Valencia se situaría como la comunidad con la posición de más vulnerabilidad.
La contención y estabilización de la ratio de deuda autonómica exigirá una convergencia al equilibrio presupuestario en el futuro, aunque será “esencial” que la senda de ajuste sea adecuada para no comprometer el crecimiento en el corto y largo plazo.
Bajo un escenario de corrección del déficit primario se recuperaría de nuevo el nivel de deuda (23,7 por ciento) registrado a finales del año 2019 al término de esta década. En contraste con los escenarios proyectados por la AIReF previos a la crisis donde el límite de referencia del 13 por ciento se alcanzaba en torno al año 2035, no se proyecta alcanzar dicho límite antes del año 2044 aun manteniendo un ligero superávit presupuestario para conjunto del subsector.