La titular de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, ha anunciado esta mañana, durante su visita a la residencia de mayores de Benavente (Zamora), una inversión de 4,8 millones de euros en la digitalización de toda su red de centros públicos de atención a personas mayores, con discapacidad y dependencia; centros de día y de menores, y de las unidades de valoración y atención a personas con discapacidad y dependencia.
El proyecto promovido por el Gobierno de Mañueco implica dar un nuevo impulso al proceso de modernización de los Servicios Sociales y de implementación del modelo de atención a la Dependencia 5.0. Su objetivo último es reforzar la protección de las personas más vulnerables y mejorar su bienestar y su calidad de vida.
Los primeros pasos en la ejecución de esta iniciativa se dieron a principios del pasado año con la instalación de red wifi en los primeros 38 centros de mayores y de personas con discapacidad, una infraestructura a la que se han destinado tres millones de euros.
Esta tecnología facilita la conectividad entre los residentes y sus familias (por ejemplo, a través de videoconferencia) y se ha revelado especialmente útil durante los meses de confinamiento y asilamiento como consecuencia de la pandemia, ayudando a combatir la soledad de los mayores. También permite enlazar vía inalámbrica los sistemas de gestión de los distintos centros residenciales, por lo que constituye una herramienta esencial para la labor de los profesionales, que pueden usar y consultar aplicaciones de apoyo a sus tareas diarias.
Completado este primer trámite, denominado ‘Residencias Digitales de Castilla y León’, el segundo es la aplicación de esta tecnología a nuevas funcionalidades. En este contexto, la residencia de mayores de Benavente es el lugar elegido para el desarrollo de dos proyectos piloto, que la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades prevé ampliar a toda su red de centros públicos.
Seguimiento de personas con problemas de orientación: control de errantes
El primero es un sistema para el seguimiento de personas con problemas de orientación, denominado control de errantes. Permite monitorizar permanentemente a través de redes inalámbricas la posición de los usuarios, fundamentalmente en entornos críticos, como las zonas de salida u otras que puedan entrañar peligro para su integridad o su vida.
Es especialmente útil para proteger a las personas que sufren problemas de orientación o enfermedades como el alzheimer, conjugando los cuidados que requiere su enfermedad con el máximo respeto a su dignidad y a sus derechos.
El software posibilita una gestión casi en tiempo real y de manera centralizada de los avisos al personal del centro, alarmas, control de puertas y la activación de los protocolos que se consideren oportunos.
Pruebas para la próxima implantación de teleconsulta
El segundo proyecto piloto que ya se está probando en Benavente es una plataforma para extender la red interna de la Junta de Castilla y León y conectar los sistemas de gestión de la propia residencia y los de salud. Esto hará posible próximamente la teleconsulta, es decir, la interacción remota entre médico y paciente con el fin de proporcionar asesoramiento diagnóstico o terapéutico a través de medios electrónicos.
Las ventajas de este formato son múltiples. Por un lado, se evitan desplazamientos innecesarios al centro sanitario, ya que el residente (en este caso, de Benavente) puede ser atendido a distancia por el doctor de su hospital de referencia (el Complejo Asistencial de Zamora) sin tener que acudir a la capital.
En el caso de ser precisa una consulta presencial, la conexión entre los sistemas de gestión de la residencia y del centro sanitario facilita al profesional el acceso telemático a toda la documentación del paciente, como la historia clínica primaria y hospitalaria.
Vinculado con lo anterior, otra de las virtudes de esta tecnología radica en las posibilidades de mejora de la eficiencia en la organización interna del trabajo. Hay que tener en cuenta que, a partir de las prescripciones médicas, se derivan una serie de cuidados que se distribuyen entre profesionales de distintas disciplinas (enfermería, fisioterapia, terapia ocupacional, psicología…).
La digitalización de los sistemas de gestión favorece, por lo tanto, la coordinación y un control más exhaustivo y en tiempo real de la realización de estas tareas, una mejora en la calidad de los registros y el ahorro de tiempo y de papel.
Los fondos europeos de Resiliencia como palanca para la digitalización
La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades ha enmarcado estos proyectos en el nuevo sistema de atención a la Dependencia 5.0, que está impulsando el Gobierno de Mañueco, y que ha calificado de “ejemplo de modernidad y futuro” en la gestión de los Servicios Sociales.
Este modelo se fundamenta en la investigación, desarrollo y aplicación de las nuevas tecnologías a los cuidados individualizados de larga duración a las personas con necesidades de apoyo, ya sea en centros residenciales o en su propio domicilio, para mejorar la calidad en la atención y su bienestar.
Para su despliegue, Castilla y León aprovechará las posibilidades que brindan los fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, claves para afianzar esa apuesta por la calidad en la atención social, avanzar en la digitalización de los procesos de atención, mejorar las herramientas de información y comunicación, implementar nuevas tecnologías y desarrollar ayudas técnicas que promuevan la autonomía y refuercen la dignidad de las personas vulnerables.
De hecho, los proyectos presentados hoy se financiarán con estos recursos procedentes de la Unión Europea. El reto del departamento que dirige Isabel Blanco es extender la digitalización a todos sus centros de atención a mayores y de día, de menores, y unidades de valoración, con la meta final de implantar estas funcionalidades tecnológicas en toda su red, integrada por casi un centenar instalaciones. La inversión prevista en esta ampliación es de 1,8 millones de euros.
Empresas colaboradoras
Durante la visita a la residencia, la consejera ha asistido a una demostración sobre dos de las aplicaciones prácticas de estas tecnologías. Lo ha hecho acompañada por Carlos Becker, director de Administración Pública de Vodafone España y Miguel García, director territorial de esta compañía en Castilla y León.
Vodafone es la empresa de telecomunicaciones que ha resultado adjudicataria del contrato para la digitalización de los primeros 38 centros de mayores y de personas con discapacidad de titularidad de la Gerencia de Servicios Sociales.
“Con este proyecto damos un gran paso para dar conectividad a los residentes y sus familias, así como entre los sistemas de gestión de los propios centros. Una clara mejora con la que seguimos abogando por la colaboración con la Administración en la digitalización incluyendo a todos los ciudadanos, además de apoyar y beneficiar a la Comunidad”, ha asegurado Carlos Becker.
Al acto también han asistido representantes de otras empresas colaboradoras en el proyecto, como Huawei –en calidad de proveedor de infraestructuras de tecnologías de la información y la comunicación y de dispositivos inteligentes–, Altia –empresa multinacional en el ámbito digital con servicios de consultoría, desarrollo y mantenimiento de soluciones y servicios avanzados de tecnología, que ha realizado las tareas de oficina técnica– y Satec –multinacional española integradora de soluciones tecnológicas y especializada en servicios avanzados asociados a las nuevas tecnologías de la información–.
Obras de remodelación y mejora en la residencia
La residencia de mayores de Benavente ejemplifica el nuevo modelo de cuidados de larga duración que está impulsando la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades, basado en dos principios estrechamente conectados: la calidad en la atención y la innovación.
En este sentido, junto a las iniciativas de digitalización presentadas esta mañana, el centro residencial de Benavente va a ser objeto de una remodelación para adaptar su estructura al nuevo modelo de atención, articulado ya en un anteproyecto de ley en fase de tramitación interna.
Se ha diseñado la creación de seis unidades de convivencia para garantizar una atención personalizada, de la máxima calidad posible y que permita al mayor sentirse como en su propio hogar. Junto a esto, se está trabajando ya en la ampliación del vestuario, reforma de una parte del saneamiento y mejora de la eficiencia energética mediante la sustitución de los equipos de climatización y aire acondicionado. La duración estimada de las obras es de 18 meses.
En concreto, en la intervención se prevé remodelar el ala de asistidos de las plantas primera, segunda y tercera, adaptando la zona residencial al nuevo modelo de atención centrada en la persona para su funcionamiento como unidades de convivencia. La actuación comprende además la modificación de la zona central de control, comedores y diversas dependencias situadas junto a estas unidades.
La previsión es reformar las zonas de habitaciones del ala de asistidos, situadas a ambos lados de la zona central, con el objetivo de obtener una distribución de las habitaciones que permitan el mayor número de habitaciones individuales, la creación de una sala de estar y otra serie de espacios de convivencia, para conformar dos unidades de convivencia por cada planta, a modo de hogares.
Cada unidad de convivencia de la zona residencial podrá tener una capacidad máxima de 16 plazas y mínima de 12, distribuidas en habitaciones dobles o individuales, con una superficie mínima de 20 metros cuadrados, sin contar la superficie del baño. Se primarán los diseños que incluyan el mayor número de habitaciones individuales sin disminuir el número de plazas exigidas por cada unidad.
La inversión prevista supera los tres millones de euros, incluyendo tanto la construcción como la dotación del equipamiento necesario para garantizar la mejor atención.
La residencia de Benavente, dependiente de la Gerencia de Servicios Sociales, y con una plantilla de 140 trabajadores, dispone de 218 plazas, de las que 138 son para personas dependientes y 80 para válidos. Dentro de las habilitadas para asistidos, dispone de ocho plazas de estancia temporal para dependientes, de las que seis están en la unidad de convalecencia sociosanitaria y dos de respiro familiar.