Castilla y León sufre una caída de las matriculaciones del 32,8 por ciento respecto al mismo mes del año pasado. Concretamente se han registrado 1.685 unidades, lo que supone el 2,8 por ciento de las ventas nacionales. Con este porcentaje la región se sitúa cuarta por la cola, solamente por detrás de País Vasco, Navarra y Aragón.
En el conjunto nacional, mientras tanto, las matriculaciones de este tipo de vehículos también se han hundido un 15,7 por ciento, hasta las 47.584 unidades. Así lo revelan los datos ofrecidos por las patronales Faconauto, Anfac y Ganvam.
En el acumulado del año, el descenso en las matriculaciones es del -6,3 por ciento comparado con el mismo periodo en 2020, con lo que de enero a septiembre se han matriculado 16.595 unidades. A nivel nacional, por el contrario, este dato registra una subida del 8,8 por ciento, hasta las 647.955 unidades. Comparado con los nueve primeros meses de 2019, sin pandemia, las ventas acumuladas de turismos y todoterrenos en España caen un 33 por ciento.
Por provincias, Segovia encabeza el derrumbe con un porcentaje superior al 42 por ciento y 114 vehículos. Muy pareja se encuentra Salamanca, con una bajada del 40 por ciento y 201 matriculaciones. En el lado opuesto están Palencia y Zamora, cuya caída no llegó al 20 por ciento (con unos porcentajes del 16,43 y 17,69 y 117 y 121 vehículos matriculados respectivamente). El dato menos negativo con mucha diferencia es para Ávila, cuya reducción ha sido del 3,62 por ciento y 133 registros de matrícula.
Según la directora de Comunicación de ANFAC, Noemí Navas, "la suma de la crisis provocada por la pandemia, la incertidumbre de los consumidores ante cómo va a evolucionar la crisis económica y la falta de semiconductores está suponiendo una caída del mercado mucho peor de la pronosticada a principio de año".
Además, no se espera que la escasez de chips tenga una solución a corto plazo ni que el mercado recupere impulso en el último trimestre, por lo que "las previsiones de cierre son más bajas", ha augurado.
Por su parte, Raúl Morales, director de comunicación de Faconauto, ha indicado que en los últimos tres meses "se han agudizado los efectos de la crisis de los microprocesadores sobre las ventas de vehículos, particularmente sobre el canal de particulares". También ha explicado que los concesionarios siguen sin tener stock suficiente para atender la demanda y "la incertidumbre es grande porque no hay un horizonte claro de cuándo volverá a haber coches en el mercado, lo que aboca ya a los concesionarios a repetir en el presente ejercicio un nivel de ventas tan bajo como en 2020".
En la misma dirección, la directora de Comunicación de Ganvam, Tania Puche, ha apuntado que "la crisis global de chips continúa haciendo mella en la automoción. A la escasez de semiconductores se le suma la subida desbocada del precio de las materias primas y de los costes logísticos, especialmente del transporte por vía marítima". Según Puche, "si a la falta de oferta le añadimos la cuesta de septiembre y la incertidumbre tecnológica que se detecta entre los compradores a la hora de escoger coche, tenemos una tormenta perfecta de cara a la recta final de año", ha lamentado.