El II Plan de Promoción Industrial de Castilla y León, que será aprobado antes de finalizar 2021, arrancará en el marco de una “nueva revolución industrial” marcada por la incorporación de las tecnologías digitales y la “necesidad de atender” a los nuevos retos medioambientales y de desarrollo sostenible.
“Confío en contar con los grupos parlamentarios y empresas de este ecosistema”, señaló la consejera de Empleo e Industria, Carlota Amigo, durante su comparecencia en las Cortes para desgranar el balance del I Plan, desarrollado entre 2017 y 2020 y condicionado en parte por la pandemia, y que ha contado con una inversión de 947,75 millones de euros, un 13 por ciento más de lo previsto en la programación para estos cuatro años.
Amigo sostuvo que este nuevo documento llega en un “momento necesario y oportuno”, ya que al margen de servir para actualizar las políticas industriales de la Junta, permitirá “apoyar al sector industrial en los procesos de transformación en los que está inmerso”, según informa Ical.
Igualmente, se comprometió a apoyar a las empresas para “garantizar el máximo aprovechamiento” de los fondos europeos, “dando un impulso definitivo al sector y reforzando los ya consolidados e impulsando nuevas actividades productivas vinculadas a recursos endógenos, pero también corrigiendo los desequilibrios territoriales”.