Es una de las empresas con mayor peso económico e industrial no sólo en Castilla y León, sino, además, en toda Europa. Sin embargo, diversos motivos coyunturales y de negocio obligaron a la dirección de Cerealto Siro Foods a abordar un Plan de Mejora de la Competitividad para asegurar el crecimiento y viabilidad de sus fábricas.
Con unas ventas que en 2020 ascendieron a 464 millones de euros, siete plantas en toda España (todas ellas en Castilla y León), y cuatro en el extranjero, la multinacional Cerealto Siro Foods encara 2022 enfocada en una nueva etapa que dé continudidad a la solidez empresarial de su trayectoria, con la entrada de un socio inversor que, aseguran, está prevista para finales de año.
La compañía, que ha invertido 1.000 millones de euros en 30 años y ha pasado de los 80 trabajadores que tenía en 1991 en su planta de Venta de Baños a los 1.700 empleos estables en toda Castilla y León (3.000 en todo el mundo), se encuentra inmersa en estos momentos en una delicada situación financiera que le ha obligado a elaborar un documento de optimización y crecimiento que ha trasladado a los representantes de los trabajadores.
El objetivo es "garantizar el empleo en nuestras fábricas con una serie de medidas que no están prefijadas y que queremos trabajar conjuntamente con los representantes de los trabajadores, pero que es necesario abordar para asegurar la viabilidad de la empresa", tal y como indica Rut Aranda, directora general de Negocio de Cerealto Siro Foods.
La dirección de la compañía se encuentra en estos momentos centrada en avanzar en este diálogo con los sindicatos para poner encima de la mesa un conjunto de decisiones que permitan salvaguardar los empleos y retomar la habitual senda de crecimiento de la empresa, que ha llegado a adquirir y posteriormente reflotar hasta 15 fábricas en su proceso de expansión.
"Éste es un proyecto de todos y para Grupo Siro es prioritario poner los mecanismos necesarios para garantizar el empleo", indica Aranda. Un Plan de Mejora de la Competitividad que "no tiene por qué estar ligado a un recorte salarial", informa la directora general de negocio de la empresa a EL ESPAÑOL-NOTICIAS DE CASTILLA Y LEÓN.
La apuesta de la compañía por seguir liderando la innovación en el sector agroalimentario le permitió sacar al mercado, en plena crisis, 162 nuevos productos, tras una inversión de 8,6 millones de euros en i+D durante el pasado año, lo que supuso destinar a esta partida casi un 2% de su cifra de negocio.
Además, la empresa demostró su ambicioso plan de crecimiento con la adquisición en su día de empresas abocadas al cierre, como Reglero y Fontaneda (2003), cuyo reflote supuso no sólo la continuidad de la actividad económica en zonas con escaso desarrollo industrial, sino también duplicar la plantilla original en poco tiempo.
"Hemos demostrado ser una gran compañía capaz de acometer inversiones que han supuesto no sólo el rescate de esas fábricas abocadas a cerrar y de las que dependían muchas familias sino, además, hacerlas crecer", recuerda Aranda.
Pero en el actual escenario la multinacional necesita oxígeno financiero y reconducir un modelo productivo que a día de hoy ya no es competitivo.
Nuevo inversor
La deuda que arrastra la empresa tras los resultados de los dos últimos años asciende a 299 millones de euros. Una cantidad que activó las alarmas de la compañía y le obligó a adoptar todas las medidas a su alcance para reconducir esta situación.
Una de ellas ha sido acudir a la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) a quien ha solicitado 90 millones de euros cuyo expediente, contrariamente a lo que han publicado algunos medios de comunicación, está aún pendiente de resolución por lo que a día de hoy se desconocen tanto el importe final aprobado como las condiciones, según informa a este periódico la propia empresa.
Otra de las actuaciones inmediatas de la dirección de Cerealto Siro fue comenzar una ronda de contactos con algunas de las empresas más fuertes del sector a nivel internacional, con el fin de encontrar la más adecuada para convertirse en socio financiero de la cerealista, lo cual aliviaría la delicada situación por la que atraviesa la empresa.
"Estamos en la recta final de la incorporación de ese socio inversor que va a aportar la liquidez que necesitamos para afrontar la recuperación con garantías de éxito, pero son procesos muy largos", indica Aranda.
De hecho, son más de 80 las compañías que se han interesado en entrar en el accionariado de Cerealto Siro. La empresa se encuentra en estos momentos trabajando para determinar cuál de ellas es la más adecuada para el futuro y viabilidad de la empresa y de sus trabajadores.
Uno de estos posibles socios es el gigante francés Biscuit International, propiedad del fondo de capital riesgo Plantinum Equity, que ha visto en la española una oportunidad de aumentar su cartera de negocio.
"Pero no es la única opción. Existen otras tres empresas del sector de la alimentación muy potentes a nivel nacional y europeo con las que también se está hablando si bien por motivos de confidencialidad, no podemos aportar sus nombres", informa Aranda.
La competitividad, el caballo de batalla
Empresa y representantes de los trabajadores se encuentran ahora en un momento complicado de negociación. En este sentido, Cerealto Siro insiste en que es necesario sentarse y hablar.
"Nuestra política de entendimiento sigue siendo una prioridad porque esto es un proyecto de todos. Consideramos fundamental que los empleados sepan por qué es necesario aplicar un Plan de Mejora de la Competitividad y nuestra mano sigue tendida para hacerlo con ellos", asegura Rut Aranda.
En este sentido, las cifras que maneja la compañía reflejan unos sobrecostes difíciles de mantener para poder competir en el mercado.
La evolución de los costes laborales de sus plantas desde 2010 marcan un desfase de un 39% con respecto al incremento del 13% en el IPC.
El absentismo laboral es otro de los caballos de batalla que este informe pone encima de la mesa. En los últimos diez años ha supuesto un coste de 13,4 millones de euros en el conjunto de las fábricas que la gigante cerealista tiene en la región, con niveles superiores al 15%, cuando la media en Castilla y León es de un 6%, insiste Aranda.
"En una de nuestras plantas de 200 empleados, cada día se ausentan de su puesto 30 trabajadores, y por supuesto que hay que seguir atendiendo las circunstancias individuales porque las personas son lo primero, pero es evidente que son cifras que se alejan de un porcentaje asumible por ninguna compañía", indica la directora general de Negocio de Cerealto Siro.
"Necesitamos sentarnos y abordar esta situación como lo haría cualquier otra empresa porque el objetivo y beneficio es común: sólo siendo competitivos podremos crecer y grantizar la viabilidad de la plantilla", asegura.
Estos son algunos de los datos más relevantes que han llevado a Cerealto Siro a anunciar la necesidad de implementar un Plan de Mejora de la Competitividad que permita a la empresa volver a competir con garantías de crecimiento a medio y largo plazo en el futuro.
Compromiso con el factor humano
En el actual escenario, la dirección de Cerealto Siro pone especial énfasis en la importancia que tiene para la firma seguir apostando por la formación como herramienta indispensable de crecimiento. Así, la empresa ha realizado una fuerte inversión en este área destinando 2,5 millones de euros durante los últimos diez años.
En plena crisis postpandemia y de debate sobre la idoneidad de derogar la actual Reforma Laboral con el objetivo de luchar, según el Gobierno de Pedro Sánchez y entre otros aspectos, contra la excesiva temporalidad del mercado, Cerealto Siro ha mentenido su política de empleo estable reduciendo los contratos eventuales del 33% al 12% de su plantilla desde 2012.
Unos datos que chocan contra los de una media del país que trae de cabeza al Ejecutivo nacional: sólo uno de cada diez contratos que se firman en España son indefinidos.
En este sentido, la política de recursos humanos de Cerealto Siro contempla de manera importante, además, la inclusión cada vez mayor en sus plantillas de personas que por diferentes motivos se encuentran con mayores dificultades para obtener un empleo digno.
Así, son 236 las personas (el 17% de la plantilla) que con algún tipo de discapacidad trabajan para esta compañía. En España casi un cuarto de la población perteneciente a este colectivo en edad de trabajar, se encuentra en el paro. Ésta y otras políticas de la compañía le llevó a ser reconocida como la Mejor Empresa para Trabajadores con Discapacidad por parte de la ONU.
Proyectos de futuro con Mercadona
Una de las cuestiones sobre las que más se ha hablado respecto a esta puntual crisis financiera de Cerealto Siro es su relación con Mercadona. El peso que tiene la cadena de supermercados del empresario Juan Roig sigue siendo "muy importante para Cerealto Siro, con quien además siguen en pie distintos proyectos de futuro entre ambas compañías, por lo que la relación sigue siendo muy buena", asegura Aranda.
Si bien es cierto que en la actualidad Ceralto Siro ha reducido la cantidad de alimento que produce para Mercadona (ronda el 50%) por motivos coyunturales y de ajuste de estrategia, la compañía cerealista mantiene sus niveles de producción al trabajar con una importante cartera de clientes a nivel nacional e internacional.
La solidez de Cerealto Siro en España quedó de manifiesto en el último informe Merco de reputación de empresas del sector agroalimentario en el que, a pesar de las circunstancias, consiguió no sólo colarse en el Top10 sino que, además, lo hizo escalando dos posiciones con respecto al año pasado situándose en el número seis de este ranking.