El IPC continúa su escalada alcista en toda España sin dar tregua a los bolsillos de los ciudadanos. Tras once meses consecutivos al alza, el mes de noviembre se saldó con un incremento del 0,3% en Castilla y León, al igual que en la media nacional, pero con un interanual que se sitúa en el 6,2% en la Comunidad, la tasa más alta de los últimos 30 años.
La imparable subida de los precios de las energías ha repercutido directamente en el resto de los de la cesta de la compra, con un IPC en Castilla y León siete décimas más alto que la media nacional, que asciende del 5,4 al 5,5%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Los datos sitúan a Castilla y León como la segunda comunidad autónoma más inflacionista de España con respecto a noviembre de 2020, por detrás de Castilla-La Mancha donde los precios escalaron durante el pasado mes un 6,6%.
Ávila y León encabezan la inflación interanual
Este alza inflacionista deja el indicador interanual en un 6,9% en León y un 6,8% en Ávila, las provincias donde más han subido los precios con respecto a noviembre del año pasado.
Le sigue Soria con un 6,5% interanual, Segovia con un incremento del 6,3%, con Palencia, Valladolid y Zamora en un 5,9%. Por su parte, Burgos ha sido la provincia que ha registrado un menor incremento con respecto a noviembre de 2020, con un 5,7%.
Los consumidores han comprobado cómo han subido los precios especialmente en la ropa y calzado, con un alza del 4,6%, seguida de los del transporte que se incrementaron un 1%.
Las bebidas no alcohólicas y la alimentación se anotaron un 0,5% y las bebidas alcohólicas apenas lo hicieron en un 0,1% durante el pasado mes de noviembre.
Los datos del INE reflejan que la hostelería ha contenido los precios y que los de la vivienda cayeron en un 1,6%.
Incertidumbre en los mercados
La constante galopada del IPC trae de cabeza a los distintos gobiernos nacionales y regionales, que no saben cómo actuar para detener una escalada que golpea fuertemente el poder adquisitivo de los españoles, y todo ello a las puertas de la campaña de Navidad.
Si bien es cierto que los datos de empleo en Castilla y León son esperanzadores, con una tasa del 10%, casi cinco puntos por debajo de la media nacional, la incertidumbre se traslada a las decisiones de compra, en un mercado en el que los organismos revisan constantemente a la baja las previsiones de crecimiento.
A pesar de que el IPC registrado en noviembre es, en este caso, una décima menos de lo que había estimado el propio INE, el interanual (el anotado con respecto al mismo periodo de 2020) refleja un menor margen de compra para el consumidor.