Seguir creciendo, a pesar de un escenario complicado para 2022. Las conversaciones que mantiene Carlos Martínez Izquierdo, empresario y presidente de la Unión de Cajas Rurales de Castilla y León (UCAR) con otros empresarios, algunos de los cuales con plantillas de más de diez mil trabajadores, también muestran su preocupación por un 2022 marcado por la incertidumbre. Y, sin embargo, mantiene el foco en el crecimiento "como única opción".
En este escenario de 2021 tan volátil, ha sido protagonista en Castilla y León, entre otros asuntos, el abandono de la banca tradicional de la que ya es la comunidad autónoma con mayor exclusión financiera de España.
La remodelación de un sector, el bancario, fuertemente presionado por los requisitos de dimensionamiento marcados por Bruselas desde la anterior crisis de Lehman Brothers, han provocado la desaparición de 1.600 oficinas bancarias en Castilla y León o lo que es lo mismo, la mitad de todas las que había en 2008.
Sin embargo, Martínez Izquierdo anuncia que, a pesar de las dificultades, el "sentido último de las cajas rurales es precisamente el campo, por lo que seguiremos extendiendo como una mancha de aceite nuestro compromiso con la gente de Castilla y León, con nuevas oficinas allí donde otros cierran, como las que van a abrirse en Valladolid el año que viene".
"La población del medio rural también merece disponer de un asesor, una oficina, alguien que lo ayude con sus inversiones, y en este sentido las Cajas Rurales de Castilla y León siguen creciendo en socios y clientes porque siguen dando servicio", comenta Martín Izquierdo, y añade: "queremos ser la respuesta para la fijación de población en el medio rural".
Las alarmas de la inflación
Con una inflación que parece no tener tope en España, que ayer mismo conocíamos se situaba en el 6,7% interanual (muy por encima de las previsiones de los expertos que la situaban en un 5,8%), Martínez Izquierdo teme que provoque una retracción cada vez mayor en el consumo, "lo cual sería un desastre para la actual economía que ya está muy maltrecha por la pandemia".
"Si no fuera por los Fondos Europeos, este país quebraba con la deuda pública y el desempleo que tiene", añade.
"El próximo año será decisivo porque si la inflación no da un respiro, se va a comer el poder adquisitivo de la población y eso se traduce en que reduzca su gasto y el empresario venda cada vez menos", indica.
"Al empresario, al productor, se le están encareciendo los soportes de bienes y servicios con unas materias primas cuyos precios están desorbitados, igual que el transporte, el gasóleo o la electricidad, y todo esto va a desembocar, a su vez, en una mayor subida de los precios", afirma.
El presidente de UCAR considera "muy preocupante" el escenario al que se asoma la economía en 2022, si bien es cierto que "los datos de empleo en Castilla y León y de crecimiento han sido más esperanzadores de lo previsto".
Un año que se acaba y que, por el contrario, cierra con un saldo especialmente positivo para las Cajas Rurales de Castilla y León, que entrarán en 2022 con una cifra de negocio cercana a los 17.000 millones de euros, lo que supone un 13% más que en el ejercicio anterior.
Elecciones anticipadas en Castilla y León
El presidente de UCAR considera que Alfonso Fernández Mañueco "ha debido de tener las cosas muy claras para haber tomado la decisión de adelantar las elecciones autonómicas al próximo 13 de febrero porque si no, habría sido como pegarse un tiro en el pie".
En este sentido, Martínez Izquierdo considera que el Ejecutivo lo estaba haciendo "bien y sin estridencias", pero "si ha tomado esa decisión es porque algo pasaba, pero no hay que olvidar que para gobernar hay que ganar, y para ganar hay que tener mayorías o alianzas", por lo que prevé que los dos próximos meses sean intensos en la Comunidad.
Respecto a la irrupción de nuevas plataformas que reivindican su lugar político desde los municipios de la España vaciada, Izquierdo considera "tremendamente respetable que se quiera reivindicar más atención para nuestros pueblos, más servicios y más políticas reales para fijar allí población", pero muestra sus dudas sobre la eficacia de un panorama político tan "atomizado".