De lo que había podido ser una depresión por la COVID-19, la digitalización y la conectividad lo han frenado y la han dejado en una recesión. Esa es una de las principales conclusiones a las que se ha llegado en la presentación del Observatorio de economía Digital 2021 realizado por el Servicio de Estudios Económicos de Castilla y León en el que también se ha constatado que estos dos años de pandemia han acelerado las “sociedades digitales”.
Así lo ha explicado el director de Ecova Estudios, Juan Carlos de Margarida, quien, eso sí, también ha señalado que, aunque el avance hacia sociedades más digitales se ha incrementado “aún quedan retos en Castilla y León a los que la digitalización podría dar respuesta, como son el elevado desempleo, la baja productividad, el envejecimiento o el abandono poblacional”.
De Margarida ha incidido también la importancia de aprovechar los fondos que van a llegar de Europa dirigidos precisamente a cambiar el modelo y reforzar las TIC. Para ello ha manifestado que “desde los organismos públicos, y a todos los niveles, se deben incentivar ayudas no solo de índole económico, sino también a través de acciones como reducir los trámites administrativos y el “papeleo” en el procedimiento de adquisición de ayudas; simplificar el marco legal existente eliminando programas tecnológicos complejos que acarreen riesgos para empresas; o flexibilizar la elección de soluciones tecnológicas, entre otros”.
Sería fundamental ya que “la apuesta por la digitalización a través de los fondos europeos podría incrementar entre un 3% y un 4% nuestro PIB en los próximos dos años, logrando que se creen nuevos empleos de calidad, aumentando la riqueza de la región para financiar el estado de bienestar y minorando, con ello, el empobrecimiento de la sociedad”.
Así, servirían para solucionar problemas como los que se han recogido en el informe en que se ha destacado que “los resultados más preocupantes están relacionados con las capacidades digitales y el talento de los castellanos y leoneses, constatando una falta de preparación de la población y del tejido empresarial a la hora de aprovechar el potencial completo de la digitalización”.
Y para ello se considera imprescindible hacer políticas de “concienciación” respecto a la importancia de realizar una modernización radical en este ámbito. Sobre todo, porque “las empresas de Castilla y León dominan los usos digitales básicos, pero no los más avanzados”.
Un reto para las Pymes
Esa carencia, fundamentalmente en las Pymes “que son el principal motor de la economía regional”, es necesario afrontarla con decisión porque este tipo de empresas “son también las organizaciones más vulnerables y, por tanto, las que con mayor rapidez pueden desaparecer”.
A este respecto, los datos señalan que hay un descenso generalizado en la inversión en TIC de las pequeñas y medianas empresas de más de diez empleados, puesto que ha sido de casi un 29% menos, lo que en términos monetarios se traducen en una pérdida de 60 millones de euros.
En cuanto al mercado de trabajo, Margarida ha hecho hincapié en que “existe un gran número de empleos tecnológicos que en la actualidad se encuentran vacantes por la falta de cualificación de los castellanos y leoneses”. Por eso ha resaltado la necesidad de “adaptar los estudios universitarios y de Formación Profesional a este ámbito”.
Problema de género
También ha dicho que existe un problema de género en el sector tecnológico, “puesto que solo un 16% de las mujeres se encuentran dentro de este sector y, el objetivo, debe ser conseguir, al menos, un 50%”. Para ello, entiende que “se debe reducir la brecha digital que fragmenta pueblos y ciudades a través de políticas e iniciativas públicas y privadas, donde ya existen algunas, aunque queda un largo camino que recorrer”.
En cuanto a la situación política actual en la Comunidad, ha concluido que “no hay que fijarse en momentos puntuales y concretas” sino mirar hacia el futuro y tener en cuenta los “dos o tres años posteriores” en los que habrá que utilizar las ayudas de la UE. Es más, no contempla que no se haga porque “no queda otra, seguro que se hará”. Incluso ha añadido que "no podemos resistirnos al cambio”,y tenemos que hacer un esfuerzo en la “alfabetización” digital de los castellanos y leoneses.