Las estaciones de servicio de Castilla y León notan ya cómo los clientes acuden menos a llenar los depósitos de sus vehículos. Con unos precios desorbitados desde hace un año e incrementados ahora por la guerra en Ucrania, Lorenzo Colomo, presidente de la Federación de Empresarios de Estaciones de Servicio de Castilla y León (Fereclaes), advierte de que "la evolución y los mercados indican que no hemos tocado techo. Todo parece indicar que la semana que viene el diésel estará a 2,10 euros el litro".
Unos precios que son "inasumibles" tanto para el ciudadano como para los trabajadores del transporte, por lo que "ya estamos viendo un desplome en la demanda del producto, que podría afectar a las estaciones de servicio más modestas, en entornos rurales, donde está al frente por turnos una misma familia, y que ya nos indican que si siguen así las cosas tendrán que cerrar".
Ayer el barril de brent cerró ayer en los mercados en 132 dólares, "lo cual es absolutamente inasumible", indica Colomo. Precisamente y para paliar esta situación, "hemos solicitado hace semanas una reunión con la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, pero seguimos sin obtener respuesta, y la situación es muy preocupante", indica.
Bajada del IVA sin respuesta del Gobierno
Colomo informa de que la Confederación de Empresarios de Estaciones de Servicio lleva tiempo "solicitando urgentemente "una baja del IVA en los carburantes al 4%" para paliar esta situación. Según los datos que manejan, esto supondría "un alivio para los consumidores y trabajadores y una reducción de ingresos para el Estado de sólo 3.000 millones de euros".
Precisamente el transporte, que ya ha anunciado una huelga para el próximo 14 de marzo, son uno de los sectores más perjudicados, dado que "suelen tener contratos a un precio cerrado y con estos incrementos, los sobrecostes les son inasumibles", informa Colomo.
"Hay margen para bajar el IVA del 21% actual al 10 o al 4%, al menos hasta que los precios vuelvan a baremos normales, porque si no, se desplomará el consumo, nos quedamos sin clientes, la gente no puede llenar el depósito para ir a trabajar y la situación puede ser muy grave", alerta.
Los precios de los carburantes, que ya subieron un 20% en 2021, se han incrementado en las últimas semanas hasta sobrepasar los dos euros el litro en la mayoría de las gasolineras de España, también en Castilla y León.
Colomo justifica la bajada del IVA en que "es un bien de primera necesidad sin el cual la gente no puede moverse, no puede ir a trabajar, los agricultores y transportistas necesitan un gasóleo asequible", denuncia.
Una rebaja fiscal que llevan demandando desde hace meses y que no obtiene respuesta "ni por parte de la ministra Montero, ni por parte de la Delegación del Gobierno en Castilla y León",
"El único beneficiado de estos precios y de que no bajen el IVA a los carburantes es el Estado, que dejaría de ingresar 3.000 millones de euros aproximadamente con una bajada del IVA al 4%, pero que iría a parar a los bolsillos de los ciudadanos, por lo que caería menos la demanda y afectaría menos a todos los sectores productivos para los que es imprescindible llenar el depósito para trabajar", indica.
Comienza a haber impagados
Los desorbitados precios de los carburantes comienzan a hacer mella en los clientes con menor poder adquisitivo que, igualmente, no pueden prescindir de utilizar su vehículo.
En este sentido, Colomo alerta de que ya están viendo en las estaciones de servicio de Castilla y León "problemas de impagados de empresas de transporte y clientes que nos dicen que no nos lo pueden pagar hoy y que lo harán la semana que viene".
Los márgenes de beneficio con los que están operando ahora mismo las estaciones de servicio en la Comunidad, se sitúan en torno al 1,5%, lo que supone "una caída del 70% a lo habitual", asegura Colomo.
"Se está dando el caso de que vemos, incluso, cómo las gasolineras Low Cost en algunas provincias de Castilla y León como en Salamanca, están ofertando a precios por encima de las estaciones abanderadas. Es una locura", denuncia.
Nueva subida de impuestos
La Confederación de Estaciones de Servicio de España (CEEES) ya denunció el pasado viernes la intención del Ministerio de Hacienda de "igualar la fiscalidad del diésel y de la gasolina" y una "revisión de la fiscalidad de hidrocarburos que se traduce en una subida sustancial de la tributación sobre los carburantes de automoción". Es decir: una nueva subida de impuestos que gravaría aún más acudir a una estación de servicio a llenar el depósito del vehículo.
Según cálculos de la propia CEEES, de llevarse a cabo la equiparación impositiva entre gasolina y gasóleo, el precio del diésel se vería incrementado alrededor de 11,5 céntimos. Y es que, aunque la diferencia entre el Impuesto Especial de uno y otro carburante es de 9,4 céntimos, a esa cantidad hay que sumarle el 21% del IVA, lo cual supondría cobrar "un impuesto sobre un impuesto".
"La situación es tremendamente preocupante. No entendemos cómo el Gobierno insiste en gravar los carburantes y cómo no entiende que en estos momentos de crisis hay que bajar el IVA o el impacto sobre el tejido productivo y la sociedad en general va a ser muy fuerte", concluye Colomo.