La invasión de Ucrania por Rusia tendrá un impacto sobre el crecimiento del PIB en Castilla y León este año vía comercio e inflación. Un estudio de Ceprede asegura, en este sentido, que la guerra reducirá el crecimiento autonómico un 0,32 por ciento por su reflejo en los flujos comerciales de la Comunidad, y un 0,9 por ciento por su efecto en el alza de los precios.
Es decir, el conflicto bélico provocado por el presidente Vladimir Putin tendrá un impacto global sobre el PIB de Castilla y León, de 1,2 puntos porcentuales, tres décimas menos que en el conjunto nacional, donde restará 1,5 puntos al crecimiento económico (0,5 vía comercio y un punto por precios).
Castilla y León sería la autonomía con menor impacto sobre su PIB por la interrupción de flujos comerciales directos e indirectos, junto a Cantabria y Asturias (0,33 por ciento, en ambos casos), y muy alejada de las tres más expuestas, Baleares (0,62 por ciento); Cataluña (0,59 por ciento) y Madrid (0,54 por ciento).
En cuanto a la inflación derivada del conflicto, situaría a Castilla y León (0,9 por ciento) por debajo de la media (uno por ciento) y en el nivel más bajo, junto a Baleares, Canarias, Madrid, Galicia y Cataluña; mientras que estaría más expuestas Navarra y Aragón (1,1 por ciento).
El estudio concreta que Castilla y León sería la autonomía con mayor impacto en sus exportaciones hacia los destinos en guerra, con el 1,3 por ciento del volumen total, seguida por el País Vasco, Extremadura, Aragón y Valencia, con el 1,1 por ciento. En cuanto a las importaciones, Castilla y León aparece en la cola del ranking autonómico, con el 0,2 por ciento del total, a años luz de la autonomías más expuesta, que es Murcia, con un 11,4 por ciento de sus compras fuera.
El cálculo de Ceprede simula los efectos de demanda (directos e indirectos) y los de oferta (ligados a la interrupción de los flujos comerciales de bienes y servicios de Rusia y Ucrania) mediante un enfoque de cantidades. Adicionalmente, mediante un enfoque de precios, se analiza el efecto adicional que el “shock” está teniendo sobre la inflación nacional y regional, y cómo este incremento de costes se podría reflejar en una caída adicional del consumo y de la producción.
A través del enfoque de cantidades, Ceprede apunta a impactos medios del menos 1,25 por ciento para el PIB mundial y de menos 0,5 por ciento para España. En este análisis, el componente de demanda tendría más importancia, resultando más importantes los efectos indirectos (vía la caída del comercio con Europa y el resto del mundo) que con las dos economías en conflicto.
A través del análisis de precios, el documento apunta a que si se trasladan a inflación todos los incrementos estimados de los costes de producción, los precios mundiales podrían subir un cuatro por ciento por encima de los niveles preguerra. Esta subida, prosiguen desde Ceprede, sería de hasta el 4,3 por ciento para España, “un impacto importante dada la elevada inflación ya registrada antes de la guerra”.
A partir de ahí, Ceprede calcula el impacto adicional que la subida de los precios podría tener sobre una nueva caída del consumo y con ello del PIB regional, para el conjunto de España este impacto adicional sobre el PIB sería del menos uno por ciento. Así, el impacto máximo obtenido para el conjunto de España podría elevarse al menos 1,5 por ciento del PIB.
Ceprede explica que desde el punto de vista macroeconómico, tanto la guerra como las sanciones podrían ser descritas como un doble “shock” de demanda y de oferta. Desde la demanda, provocan una caída de la actividad económica de Rusia y Ucrania con sus consecuentes efectos sobre las exportaciones mundiales. Desde el punto de vista de la oferta, tiene efectos de escasez e interrupción de suministros, con los consecuentes impactos sobre la incertidumbre de los mercados y las ya conocidas elevaciones de precios.
Asimismo, el análisis comenta que este proceso puede verse alimentado, a su vez, por efectos adicionales, tales como las posibles medidas de política monetaria contractiva que los diferentes bancos centrales se vean obligados a aplicar, o la incapacidad de utilizar la política fiscal y de rentas, dado el escaso recorrido de estos instrumentos, en un escenario post-pandémico que estaba ya necesitado de los estímulos nacionales y europeos.
Las cifras
Cabe recordar que en cifras absolutas, la Comunidad exportó productos al país de Vladímir Putin por 163,6 millones de euros en 2021; y al de Volodímir Zelenski, por menos de 30,1 millones. Las exportaciones a Rusia crecieron un 278 por ciento respecto al dato de 2019; y a Ucrania, un 34,43 por ciento.
En cuanto a las importaciones, desde Castilla y León, se compraron productos a Rusia el año pasado por 16,7 millones de euros, con una caída del 47,5 por ciento respecto a 2019; y a Ucrania, por 7,7 millones, con una subida del 82,5 por ciento. Las importaciones de los rusos representaron el 01,6 por ciento del total de la Comunidad, y las de los ucranianos, un 0,07 por ciento.
Las empresas de la Comunidad que exportan a Rusia son 1.181, según al Secretaría de Estado de Comercio; y a Ucrania, 524. Castilla y León tiene censados, según el Observatorio Permanente de la Inmigración, a 578 rusos y a 1.301 ucranianos.
El sector de la automoción vendió en ambos destinos productos por cerca de 120 millones de euros. Esta industria disparó sus ventas a Rusia el año pasado, hasta los 106 millones de euros, lo que supone multiplicar casi por ocho el dato de 2019, de 13,89 millones. Asimismo, las exportaciones a Ucrania superaron los diez millones de euros, con un avance más moderado del 6,3 por ciento.
Sectores de exportación
Profundizando en los sectores de exportación, en el caso de Rusia el segundo con más peso es el químico, farmacéutico y cosmético, con 23,7 millones de euros, en 2021, y un crecimiento del 32,4 por ciento respecto al año prepademia. Asimismo, tiene un importante peso el de maquinaria, instrumentos y equipos, con más de 21 millones, frente a los 2,2 millones de 2019. En cuarto lugar en el ranking de exportaciones a Rusia se encuentra la alimentación, con 8,1 millones, y una subida del 136,1 por ciento; y a continuación están los metales y sus manufacturas, con apenas 2,3 millones.
En cuanto a Ucrania, el segundo sector exportador con más peso fue en 2021, el de alimentación, con 6,2 millones, y una subida del 145,5 por ciento en comparación a 2019; seguido por el químico, farmacéutico y cosmético, con 3,2 millones, un 54,6 por ciento más respecto al año previo al estallido de la pandemia. El cuarto sector exportador por peso al país invadido es el de maquinaria, instrumentos y equipos, con 3,1 millones, que experimentó un crecimiento del 146 por ciento.