El director general de Turismo, Ángel González Pieras, valoró hoy positivamente que los datos de coyuntura turística de mayo de 2022 en Castilla y León, con respecto al acumulado de la década, entre 2000 y 2019, deja un crecimiento de viajeros del 3,98% y de un 13,81%, en el número de pernoctaciones, según recoge Ical.

Desde Turismo de Castilla y León hay buenas perspectivas para este verano y, siguiendo el titular del periódico The Economist, "es el verano de la venganza, como si fuera el último verano de nuestras vidas", por las ganas de gastar más.

González Pieras reconoció que Castilla y León todavía está lejos de los datos turísticos de 2019, el año previo a la pandemia, que fue el del boom turístico, ya que los datos de mayo de este año reflejan que falta un 18,27% en el número de viajeros, y un 19,44%, en las pernoctaciones.

En su análisis del sector, el director general de Turismo hizo referencia a un cambio de tendencia, ya que comienza a primar más la calidad que el precio. Será un gran verano para los hoteles de cuatro y cinco estrellas de Castilla y León, donde se prevé una ocupación del cien por cien, y también muy alta en los alojamientos de turismo rural, muy especialmente aquellos que dispongan de piscina. Los visitantes están más dispuestos a apostar por la calidad, ya que buscan estancias más cortas y no les importa gastar más.

González Pieras hizo referencia al artículo del periódico The Economist, que recoge que este 2022 es el "verano de la venganza, como si fuera el último verano de nuestra vida", en cuestión de gasto. Hay, efectivamente, reflexionó, crisis efectivas y potenciales, pero en el mercado turístico hay "una masa monetaria circulando y algunas familias tiene un colchón de ahorro" que se van a gastar en las vacaciones de este verano.

Castilla y León cuenta con una 57% de demanda de turismo doméstico con alrededor de un 70% de demanda de manera espontánea, es decir, que no prevé los viajes, toma la decisión con unos días o una semana de antelación. Es el caso de los turistas con edades entre los 35 y los 54 años, y con un poder adquisitivo medio o medio alto.

La tendencia, insistió el responsable de turismo de Castilla y León, "es hacer escapadas cortas, con fines de semana largos o estancias de cuatro o cinco días, donde se busca la gama experiencial".

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