La fuerza del viento sigue siendo una de las riquezas energéticas de Castilla y León y fuente de inversiones en renovables, en un momento crucial para la generación de energía propia tras dispararse los precios de la luz hasta cifras que están poniendo en riesgo las economías de toda la Unión Europea, muy dependientes del gas ruso.
Con 272 parques eólicos y una potencia instalada acumulada en 2021 de 6.040 MW, la Comunidad genera el 23% del total nacional, muy por encima de la siguiente en el ránking, Aragón, que con 176 aerogeneradores cubre el 16% de la cuota de mercado, según datos de la AEE (Asociación Empresarial Eólica).
Sin embargo, los altos precios del gas continúan disparando las facturas de la electricidad a pesar de la excepción ibérica decretada por el Gobierno nacional. Hoy los precios de la luz se sitúan en 476,39 euros/MWh, en un mes que cierra ya como el más caro de la Historia.
Aragón ha sido, sin embargo, la comunidad autónoma que más nueva potencia eólica ha instalado en el pasado ejercicio, con 276,67 MW, seguida de Castilla y León con 155,45 MW y Asturias con 126 MW.
Una energía que ha tenido un efecto reductor en las facturas de la luz de 13,35 euros /MWh de media para cada consumidor español en los primeros siete meses de este año y un total de 2.057 millones de euros.
A lo largo del pasado año y a la espera de los datos definitivos del presente ejercicio, se han instalado 842,61 MW eólicos en España, una cifra muy por debajo de los 2,2 GW anuales que sería necesario instalar hasta 2030 para lograr los objetivos marcados en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). Un plan que se marca como reto reducir en un 23% las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) respecto a 1990. En la actualidad, España cuenta con más de 21.500 aerogeneradores que produjeron 60.485 GWh eólicos, es decir, un 10% más que en 2020.
España es en la actualidad el segundo país de Europa, sólo por detrás de Alemania, con mayor potencia eólica acumulada en 2021. En total, las renovables aportaron el 47,3% de la electricidad consumida en España el pasado año, lo que representa un incremento del 2,4% con respecto a 2020.