La construcción afronta 2023 en Castilla y León con uno de sus motores parados y con el freno de mano puesto. La promoción de viviendas, que se había ido recuperando tras el ‘shock’ de la pandemia del COVID-19, se redujo un 17,6 por ciento ciento en 2022, lo que refleja que este año habrá una mejor carga de trabajo en las obras. Esta evolución en la Comunidad, que lleva al sector a terreno negativo, contrasta con el ligero avance del 0,5 por ciento del conjunto del país.
Las empresas han guardado en el cajón parte de sus proyectos inmobiliarios en Castilla y León, tras unos meses en los que se ha producido un encarecimiento de las materias primas, pero también del crédito, lo que afecta a la financiación de las obras, pero también al mercado inmobiliario, en relación a la firma de hipotecas para las compraventas. A todo ello se une la incertidumbre económica derivada de las consecuencias de la guerra de Rusia en Ucrania.
Con ello, el sector de la construcción cae a niveles previos a la pandemia, de hecho no alcanza el volumen de actividad de 2019, cuando los promotores pidieron 5.517 visados para levantar otras tantas viviendas, frente a las 5.065 de 2022, según los datos remitidos al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Además, el pasado año se contabilizaron también menos que en 2021, cuando se registraron 6.147, lo que supone un millar más.
Peor comportamiento presenta la construcción en Castilla y León que en España, donde el sector resistió el envite de 2022 con un ligero incremento de los visados para vivienda nueva, al contabilizarse 108.895, un 0,53 por ciento más. Con ello, la Comunidad anota una de las caídas registradas en el país, que con un 17,6 por ciento menos, dejan la cifra de permisos para nuevas casas lejos del máximo histórico de 51.553m registradas en 2006, aunque muy por encima del suelo de 2013 (1.850).
El presidente de la Confederación Castellana y Leonesa de la Construcción, Javier Vega, aseguró a Ical que inician 2023 con “cierta expectativa de optimismo”, sobre todo por la ejecución de los fondos Next Generation, si bien ve con preocupación la evolución de la inflación y del Euríbor. Además, indicó que el encarecimiento de la energía y los materiales ha provocado la paralización de algunas promociones y señaló que las ventas se están viendo afectadas por la incertidumbre y la inestabilidad laboral.
Además, el empresario leonés aseguró que el ‘ladrillo’ tiene un problema de falta de mano de obra cualificada y de envejecimiento de los que trabajan en el sector “en un país con un alto número de parados”.
Demandas
La patronal de la construcción reclama la agilización de los trámites administrativos, alguno de ellos ya puesto en marcha por la Administración autonómica como la declaración responsable para la obtención de licencias como la de habitabilidad de las viviendas; el restablecimiento del sistema de revisión de precios de los contratos de obras, que acaba de ser eliminado por el Gobierno de España; facilitar la posibilidad de traer trabajadores del extranjero que suplan la falta de mano de obra que tiene el sector. También, más largo plazo, plantea incentivar la incorporación de jóvenes y mujeres al sector.
Igualmente, plantea modificar, en el caso de la Junta, la normativa urbanística en relación a la supresión de la doble densidad, la eliminación del índice de variedad de usos o la reserva de suelo para viviendas protegidas, el cambio en el porcentaje de cesión de suelo urbanizable o el incremento del módulo base del precio de viviendas protegidas. “Esto conllevaría nuevos desarrollos urbanísticos y crear más suelo para edificación de viviendas, lo que a su vez traería más actividad a la construcción y promoción de viviendas”, señalan los empresarios.
El espejismo de Zamora
La construcción de viviendas se vio sometida a un fuerte ajuste en 2022 en Castilla y León, si bien la provincia de Zamora manifestó, como un espejismo, un incremento de los visados de dirección de obra del 36,65 por ciento, la pasar de 281 a 384 nuevas viviendas. Además, en terreno negativo destacan tres provincias por registrar las menores caídas. Se trata de Salamanca, con un 4,06 por ciento menos, hasta los 543; Burgos, con un 4,36 por ciento menos, hasta los 965, y León, con un 4,83 por ciento, hasta los 571.
Más elevadas fueron los descensos en Segovia, con un 11,31 por ciento menos y 400 visados; Ávila, con un 17,81 por ciento menos y 203 visados; Valladolid, con un 30,56 por ciento menos y 1.611 visados; Palencia, con un 32,78 por ciento menos y 244 visados, y Soria, con un 53,55 por ciento menos y 144 visados.
Menos pisos
Los promotores han metido la tijera sobre todo en el mercado de los pisos, puesto que han solicitado en 2022 un total de 2.882 visados de dirección de obra, un 23,96 por ciento menos que un año antes, mientras en el conjunto del país crecieron un 1,89 por ciento, hasta los 83.101. No obstante, destacan en la Comunidad los incrementos del 113 y 109 por ciento de Segovia y Zamora.
En cuanto a las viviendas unifamiliares, las constructoras presentar un 7,55 por ciento menos de visados durante el pasado año, hasta contabilizarse 2.179 permisos. Destacan los aumentos de Burgos (3,59 por ciento y 202), Valladolid (2,71 por ciento y 455) y Zamora (1,06 por ciento y 191). También se registró un descenso en el ámbito nacional del 3,35 por ciento, hasta los 25.685.